Actualizado: martes, 14 julio 2015 21:01

ESTAMBUL, 14 Jul. (Reuters/EP) -

El Tribunal Constitucional turco ha anulado la ley que tenía como objetivo cerrar miles de escuelas privadas, lo que supone un duro golpe a los esfuerzos del presidente, Recep Tayyip Erdogan, para frenar la influencia de Fethullah Gülen, clérigo acusado de querer derrocar al mandatario.

Muchas de las escuelas que Erdogan pretendía cerrar están a cargo de seguidores de Gülen y constituyen la principal fuente financiera de su movimiento social y religioso, conocido como Hizmet. La ley fue aprobada por Erdogan en 2014. El presidente turco ha acusado a Gülen --cuyos seguidores son muy influyentes en los ámbitos policial y judicial-- de inventar un escándalo de corrupción en diciembre de 2013 con la intención de derribar su Gobierno.

Gülen, que vive en Pensilvania, Estados Unidos, y preside una red mundial de escuelas y negocios, ha negado varias veces las acusaciones de conspiración contra el Estado.

Erdogan ha purgado las instituciones del país de partidarios de Gülen, destituyendo o reasignando a los cientos de fiscales y miles de agentes de Policía que se consideraban leales al clérigo.

Sin embargo, después de que el partido de Erdogan, Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), perdiera su mayoría parlamentaria por primera vez en las elecciones del 7 de junio, no está claro si el presidente turco podrá seguir luchando de igual forma contra lo que ha considerado varias veces como un grupo terrorista o un "Estado paralelo".

"ESTADO PARALELO"

El cierre de las escuelas habría privado a Hizmet de su principal fuente de ingresos. Sin embargo, el Tribunal Constitucional turco ha estimado que la ley viola la libertad de información, según ha informado el periódico 'Hurriyet'.

Los medios de comunicación afines al Gobierno han asegurado que Erdogan ha hecho de la lucha contra el "Estado paralelo" una de las condiciones claves para cualquier acuerdo de coalición. En caso de que los partidos políticos turcos sean incapaces de llegar a un pacto antes de finales de agosto, Erdogan podría convocar nuevas elecciones, lo que muchos consideran su opción preferida para tratar de devolver al AKP su mayoría parlamentaria.

Erdogan aseguró a última hora del lunes que la población se está impacientando por las conversaciones de coalición y que si no se alcanza un acuerdo rápidamente será necesaria la convocatoria de nuevos comicios.

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