FREJUS (FRANCIA), 17 Sep. (Reuters/EP) -
La líder del partido ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, ha defendido este sábado su candidatura presidencial y se ha definido como "la candidata del pueblo" en contraste con los demás candidatos, inmersos en una "pelea de gallos".
"Estoy muy tranquila, impaciente por comenzar esta campaña presidencial", ha apuntado Le Pen. "Estoy deseando que empiece el partido, debatir sobre lo importante para la supervivencia de nuestro país", ha añadido.
Le Pen ha pronunciado estas palabras durante un acto en la localidad de Frejus, en la costa mediterránea francesa, donde el alcalde, David Rachline, pertenece al Frente Nacional. Rachline es además el jefe de la campaña de Le Pen.
"Soy y seré la candidata del pueblo en estas elecciones presidenciales, de un pueblo que ha sido olvidado y menospreciado durante los últimos 20 años", ha argumentado.
Los sondeos pronostican que Le Pen podría acceder cómodamente a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2017, pero también auguran que en esa segunda votación prevista para principios de mayo, sería claramente derrotada.
Durante el acto, Le Pen ha reprochado a los candidatos de Los Republicanos, principal formación de centro-derecha, que se hayan enzarzado en una lucha intestina protagonizada por el expresidente Nicolas Sarkozy y del ex primer ministro Alain Juppe. También ha atacado a la izquierda y a su "batalla de egos".
Los republicanos celebrarán primarias en noviembre y los socialistas no conocerán a su candidato hasta enero. "Mientras no conozcamos quiénes son nuestros rivales es muy difícil lanzar una campaña", ha apuntado la política sobrina de Le Pen, Marion Marechal-Le Pen, en declaraciones a Reuters.
Marion Marechal-Le Pen ha expresado su confianza en las posibilidades electorales de su tía. "No digo que vaya a ser fácil, pero están encajando muchas piezas", ha argumentado, en referencia a la creciente preocupación por la llegada de inmigrantes y refugiados y por la salida de Reino Unido de la UE.
Rachline, por su parte, ha asegurado que el objetivo es preguntar a los votantes "si Francia debe o no recuperar su independencia" y, "lo haga o no, si permitirán el crecimiento del Islam radical".
