BEIRUT, 3 Mar. (EP/AP) -
Diferentes líderes libaneses buscaron hoy solucionar dos de los temas más controvertidos del país, el destino de su presidente prosirio Emile Lahud y las armas de Hezbolá. Los dos temas discutidos en un histórico encuentro amenaza con acabar el primer diálogo nacional sin interferencia de Siria. Los políticos se mostraron agradecidos con las conversaciones. El legislador cristiano Butros Harb dijo que "las reuniones han servido para romper barreras psicológicas entre antiguos enemigos". Harb dijo a la televisión LBC que los participantes en las conversaciones se centrarán hoy en el contencioso con el presidente, en el armamento de Hezbolá y las armas de los grupos palestinos en Líbano. La mayoría libanesa antisiria ha ejercido presión para conseguir la renuncia de Lahoud, un incondicional aliado de Damasco, que ha rechazado dimitir hasta el final de la legislatura en 2007.
El encuentro ha sido el primero de estas características desde el fin de la guerra civil en 1990 y tiene como propósito superar las divisiones que permanecen sin solucionar desde el fin de la dominación siria el año pasado.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha dado la bienvenida a las conversaciones y espera que "contribuya a la estabilidad política del país". Cuando se organizó la conferencia, el portavoz del Parlamento, Nabih Berri, fijó tres temas: presionar para descubrir a los culpables que mataron al ex primer ministro libanés, Rafik Hariri, una resolución de la ONU para el desarme de todas las milicias, y las relaciones entre Líbano y Siria, que ahora pasan por su peor momento. Hezbolá ha rechazado las peticiones locales e internacionales para el desarme.
