EL CAIRO, 1 Mar. (Reuters/EP) -
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby , ha advertido de los riesgos de "usar la violencia" como forma de resolver la crisis desatada en Siria y se ha desmarcado de los alegatos lanzados desde algunos países de la región en defensa de la entrega de armas a los rebeldes que combaten contra el Gobierno de Bashar al Assad.
"Soy contrario al uso de la violencia y la Liga Árabe no tiene relación con el envío de armas", ha declarado Elaraby durante una comparecencia ante la prensa en las oficinas de la Liga en El Cairo.
El bloque aprobó en febrero una resolución por la que alentó a los países árabes a "proporcionar todo tipo de apoyo político y material" a la oposición, lo que fue visto desde algunos sectores como un respaldo implícito a la entrega de armamento.
Arabia Saudí y Qatar han liderado la campaña de aislamiento sobre Siria, en un escenario en el que conviven posturas beligerantes como la de Kuwait, cuyo Parlamento se mostró el jueves partidario de armar a la oposición siria, con las de otros países como Egipto, Argelia o Irak, que se han mostrado más cautos.
Elaraby ha reconocido que los "abusos, asesinatos e incluso el hambre" registrados en algunos puntos de Siria han dejado al país en "una muy mala situación", por lo cual ha solicitado un alto el fuego que, entre otras cosas, permita la entrada de ayuda. "Esperamos que (la violencia) cese y no desencadene en una guerra civil", ha advertido.
La Liga acogerá dentro de dos semanas una cumbre a la que acudirán representantes de los distintos grupos de oposición sirios, en un intento por estrechar lazos entre ellos y poner fin a la división. En este sentido, Elaraby ha pedido al Consejo Nacional Sirio, el principal movimiento opositor, y a "toda la oposición" que "unan sus filas".
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