NUREMBERG, 15 May. (DPA/EP) -
Las autoridades de Alemania aprobaron en el primer trimestre del año más de 3.000 solicitudes de inmigrantes que querían regresar de forma voluntaria a sus países de origen, según datos de la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF, por sus siglas en alemán).
En concreto, autorizaron 3.130 retornos voluntarios, durante un periodo en el se registraron, en cambio, 4.498 solicitudes de asilo. Esta última cifra representa un descenso en relación a las 8.468 del mismo periodo de 2018 y a las 14.085 de 2016, cuando se alcanzaron niveles sin precedentes durante el primer trimestre.
Los datos proceden del programa de retorno asistido y ayudas a la reintegración REAG/GARP, financiado por la Unión Europea (UE), el Estado federal alemán y sus estados federados y ejecutado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
"No podemos registrar estadísticamente a la gente que se va al margen del programa REAG/GARP", ha reconocido una portavoz del organismo migratorio, en alusión a las lagunas de datos que puede haber para los refugiados que decidan abandonar Alemania por su cuenta.
Gracias a este programa, 15.962 personas pudieron regresar voluntariamente a sus regiones de origen en 2018, menos también que los 29.522 de 2017 y los 54.006 de 2016. "En general, las cifras de retorno han permanecido altas desde 2015", ha apuntado la portavoz, al aludir al año en que Alemania recibió más de un millón de migrantes y refugiados.
Alemania ha acordado ampliar y facilitar el sistema de financiación del REAG/GARP. Además de una subvención para los gastos de viaje, los beneficiarios recibirán una ayuda única de 1.000 euros para el retorno voluntario, así como una contribución para gastos de vivienda y el reembolso de los servicios médicos durante un máximo de doce meses.
