MOGADISCIO, 18 Abr. (Reuters/EP) -
Ocho personas murieron por la explosión de una mina en Mogadiscio y otras seis fallecieron por la explosión de fuego de mortero efectuado por los rebeldes contra el aeropuerto de la ciudad, según informaron fuentes sanitarias y testigos presenciales.
Los rebeldes islamistas de Al Shabaab dispararon contra el aeropuerto poco después del regreso del avión del presidente, el jeque Sharif Ahmed, en el que también viajaba el presidente del Parlamento. Las fuerzas gubernamentales y de la Unión Africana respondieron con fuego de artillería contra los posiciones de los rebeldes.
"Ningún disparo de mortero alcanzó el aeropuerto, sino que impactaron contra zonas civiles", explicó el coordinador del servicio de ambulancias, Ali Muse, en declaraciones a Reuters. Cinco de los seis fallecidos murieron en el conocido mercado de Bakara y cuatro de ellos eran mujeres, según Muse.
El martes la ONU instó a las fuerzas de seguridad somalíes, a las tropas de la Unión Africanas y a los milicianos islamistas a no bombardear indiscriminadamente las zonas pobladas, ya que constituye una violación flagrante de las leyes de la guerra.
En el barrio de Waberi, también en Mogadiscio, los propios vecinos informaron de que ocho personas murieron por la explosión en la tarde de ayer sábado de una mina cerca de una tetería frecuentada por militares. "La explosión mató a cinco soldados y tres (civiles). Había restos humanos por todas partes y algunos de los heridos gritaban pidiendo ayuda", explicó un testigo presencial, Yusuf Abdulqader, en declaraciones a Reuters.
Nadie ha reivindicado el ataque, pero los familiares de las víctimas acusan a Al Shabaab. "Han masacrado a nuestra gente, no les importamos nosotros, ni tampoco nuestra bandera ni nuestra soberanía", afirmó el padre de una de las víctimas mortales, Fadumo Abdi.
Por otra parte, el Parlamento anunció el aplazamiento de la sesión plenaria prevista para este domingo, la primera desde diciembre, debido a "motivos técnicos". Algunos de los diputados han huido por la violencia y se encuentran en países africanos, europeos e incluso en Estados Unidos, lo que ha provocado que el parlamento no cuente con los representantes suficientes para funcionar.
