Mercenarios encarcelados dicen que fueron engañados por tropas de Gadafi

Actualizado: martes, 24 mayo 2011 19:22

ZINTAN (LIBIA), 24 May. (Reuters/EP) -

Mercenarios africanos, capturados y encarcelados por los rebeldes que combaten en las Montañas Occidentales han sido engañados o coaccionados para engrosar las tropas del líder libio, Muamar Gadafi, por una supuesta invasión de Al Qaeda, según han asegurado varios de los prisioneros.

Cinco hombres procedentes de la región sudanesa de Darfur y de Chad han relatado que trabajaban como albañiles y decoradores cuando se vieron inmersos en la contienda militar de Libia. Estos denominados mercenarios permanecen encerrados en una prisión improvisada en un instituto de Zintan, una localidad controlada por los rebeldes.

Los detenidos no han podido contactar con sus familiares ni con grupos humanitarios, si bien médicos de Zintan han afirmado que sólo han tenido un acceso limitado a los mercenarios.

Todos estos hombres fueron capturados en sendos enfrentamientos cerca de Zintan el 15 de abril y el 1 de mayo. Ninguno de ellos mostraba signos de haber sido golpeados, aunque sí respondían con cierto nerviosismo a las preguntas.

EL RELATO DE LOS PRISIONEROS

Mohamed, que ha sostenido que era un decorador de Darfur, se enroló en abril en Trípoli, la capital, donde, ha dicho, "acudió a un campo militar, le entrenaron en el uso de las armas y les aseguraron que sólo iban a ser guardias de puestos de control", ya que "había argelinos, franceses y militantes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIB) luchando en Libia". No obstante, Mohamed ha manifestado que "no encontraron nada de aquello" y ha reiterado que fue "engañado".

Un segundo prisionero chadiano ha declarado bajo la condición de anonimato que estaba trabajando en Zintan como albañil cuando fue detenido por soldados leales a Gadafi de camino a Trípoli. "No tenía papeles" y "estuve en la cárcel durante cuatro meses", ha relatado. "Me dijeron que si quería salir" de la cárcel, debía "unirme a ellos" y así, "me darían papeles y trabajaría para ellos".

Este mercenario de Chad ha descrito que fue llevado a una casa de huéspedes y, a posteriori, enviado al frente de las Montañas Occidentales, donde los rebeldes controlan gran parte de los altiplanos, mientras que las fuerzas del régimen libio mantienen las zonas desérticas.

"En aquel momento empezaron mis problemas", ha aseverado. "Vi cómo cogían a un amigo mío" y fue entonces "cuando bajé mi arma y me rendí", ha añadido.

Ismail, de 30 años, ha explicado que abandonó Darfur con dirección a Trípoli en marzo de 2009 para trabajar como decorador y, coincidiendo con el prisionero sudanés Mohamed, se enroló en las filas del Ejército después de ser conminado a luchar contra Al Qaeda.

"No me dieron dinero, sólo comida y cigarros", ha declarado. "Había mucha gente luchando para Gadafi procedente de Sudán y Chad --países fronterizos con Libia-- que se creían las mentiras", ha añadido, en alusión a las amenazas de invasión de la organización terrorista.

Como los demás, Ismail ha insistido en que recibió un buen trato cuando fue capturado por los rebeldes y que come tres veces al día, aunque ha negado que haya sido asistido por algún médico. Respecto a su familia, dice que "desconocen donde está ahora mismo, ya que no ha hablado con nadie de fuera de la cárcel".

CONDICIONES Y NÚMERO DE DETENIDOS

Los rebeldes han acusado a Gadafi de importar mercenarios procedentes de Malí y Chad para luchar contra los sublevados. Aparentemente, muchos de ellos desconocían el número de prisioneros que permanecen retenidos en la improvisada cárcel. Una médico extranjera asentada en Zintan ha manifestado que había oído cifras que rondaban la treintena de arrestados.

Moussa Edhweb, que se ha presentado como un portavoz del consejo militar de Zintan ha asegurado que cerca de 50 personas están detenidas, aunque algunos ya han sido liberados. Edhweb ha sostenido que reciben un buen trato y que les dan comida porque les consideran personas iguales a ellos.

Responsables del Gobierno libio, por su parte, han negado haber recurrido a mercenarios y han indicado que algunos de los miembros de sus fuerzas de seguridad tienen piel oscura y que, por lo tanto, podrían ser confundidos con mercenarios procedentes del África subsahariana.

Más de 1,5 millones de inmigrantes africanos trabajaban en Libia antes del comienzo de la guerra, durante la cual, muchos han permanecido en el país, y otros han huido hacia los campos de refugiados instalados en las zonas fronterizas libias.