BERLIN, 4 Ene. (Reuters/EP) -
La canciller alemana, Angela Merkel, ha manifestado su respaldo al presidente del país, Christian Wulff, miembro de su partido y que está siendo objeto de una creciente presión para que dimita del cargo después de saberse que intentó que el diario de mayor tirada del país, el 'Bild', no publicara la noticia sobre un préstamo hipotecario que recibió a interés más bajo.
"La canciller tiene plena confianza en que el presidente responderá exhaustivamente a todas las cuestiones pendientes", ha indicado el viceportavoz del Gobierno, Georg Streiter, en rueda de prensa, precisando que Merkel valora el trabajo del jefe del Estado.
El escándalo se está convirtiendo en una importante distracción para Merkel, que intenta centrarse en resolver la crisis de deuda en la zona euro. Sus detractores consideran que lo que está ocurriendo pone de manifiesto su error al apoyar la elección de Wulff, miembro de la Unión Cristiano Demócrata, como presidente en lugar del candidato de la oposición, más popular.
Si finalmente Wulff se viera obligado a dimitir, la canciller se encontraría ante la difícil tesitura de encontrar un sucesor y conseguir el respaldo de su coalición de centro-derecha al mismo, un proceso que podría durar semanas y podría poner de manifiesto nuevas fisuras en su gobierno. Pero tampoco está claro cuánto tiempo más puede seguir respaldado a Wulff dado el malestar que el caso ha generado entre los ciudadanos.
La oficina de Wulff ha anunciado que éste romperá su silencio sobre el asunto y dará una entrevista televisiva este mismo miércoles. Los problemas para el presidente comenzaron cuando el mes pasado el diario 'Bild' publicó una información sobre un crédito hipotecario a bajo interés que éste recibió de la mujer de un rico empresario y amigo cuando era ministro principal del estado de Baja Sajonia (norte).
La revelación esta semana de que dejó un duro mensaje de voz en el contestador del director de 'Bild', amenazando con la "guerra" si publicaba la información ha hecho aumentar las críticas en su contra y las peticiones de que dimita.
Varios aliados conservadores y diputados de la oposición le han dado la espalda en los últimos días y los medios alemanes también han elevado sus críticas. Los alemanes se toman en serio el cargo de presidente, aunque éste es fundamentalmente ceremonial.
