PHNOM PENH, 17 Oct. (Reuters/EP) -
Miles de personas se han dirigido a la capital camboyana de Phnom Penh para rendirle homenaje al ex rey del país Norodom Sihanouk, fallecido el pasado lunes en Pekín a los 89 años por un ataque al corazón.
"Me siento muy triste, quiero verle una última vez", ha dicho Mon Met, una de las personas que esperan en el Palacio Real a donde llegarán los restos mortales de Sihanouk. "Sólo lo recuerdo como la persona que trajo la felicidad al país. Ahora me siento asustado por lo que sucederá después", ha añadido.
Según Kong Sopha, otro de las personas reunidas a las puertas del palacio, Sihanouk "actuó bien, aconsejó a sus compatriotas a no pelear entre ellos y propició la paz en nuestro país", Kong Sopha, otro de los asistentes. "Me siento triste. Si el rey estuviese vivo seguiría siendo nuestro patriarca".
El hijo de Sihanouk, el rey Norodom Sihamoni, y el primer ministro camboyano, Hun Sen, han acompañado el cuerpo del fallecido desde Pekín.
El duelo nacional empezó este lunes y se extenderá durante toda la semana. Las autoridades chinas también han mostrado sus condolencias y en la plaza de Tiananmen las bandera ondean a media asta.
En la década de los cincuenta, Sihanouk consiguió la independencia de su país. Después de abdicar a finales de los sesenta, intentó que el país permaneciese neutral durante la Guerra Fría y no pudo evitar que Camboya se implicase en la Guerra de Vietnan apoyando a los vietnamitas frente a los americanos.
Sin embargo, su decisión más controvertida fue el pacto con el régimen comunista de los Jemeres Rojos de Pol Pot --responsable de la muerte de al menos un millón y medio de personas entre 1975 y 1979-- por la que tuvo que pagar un precio elevado. Sihanouk permaneció detenido en su palacio y perdió a cinco hijos y a catorce nietos.
