TAIPEI, 19 Ago. (Reuters/EP) -
El ministro de Defensa y otras autoridades taiwanesas han ofrecido su dimisión por las críticas recibidas a causa de su lentitud a la hora de responder al desastre provocado por el tifón 'Morakot', que desencadenó numerosos desprendimientos de tierra y, según Taipei, podría haber matado a unas 500 personas.
El primer ministro de Taiwán, Liu Chao Shiuan, aseguró en una rueda de prensa que el ministro de Defensa, Chen Chao Min, y el secretario general del Gabinete, Hsieh Hsiang Chuan, "han ofrecido su dimisión verbalmente".
"Cuando discutamos la remodelación del Gabinete a principios de septiembre, consideraremos estas ofertas", añadió. Esta semana también ha ofrecido su dimisión el ex viceministro de Asuntos Exteriores, Andrew Hsia, porque en un momento dado su Ministerio se negó a recibir ayuda de otros países para paliar los efectos del tifón.
Liu no quiso confirmar ni desmentir una noticia publicada por un periódico según la cual él también habría propuesto abandonar su cargo, y aseguró que en septiembre se evaluará a todo el Gobierno, incluidos los cargos económicos y financieros, para determinar si hay que hacer cambios.
Las peores inundaciones sufridas por Taiwán en los últimos 50 años han hundido la popularidad del presidente, Ma Ying Jeou, quien el martes prometió que se investigará la respuesta del Gobierno al desastre y que a principios de septiembre ya se habrá establecido quiénes tienen que asumir su responsabilidad.
136 MUERTOS
El balance oficial de muertos como consecuencia del desastre se eleva ya a 136, un número que no incluye a las 523 personas sepultadas vivas por los desprendimientos de tierra, según informaron este miércoles las autoridades.
Las cifras oficiales hablan también de 386 desaparecidos y 45 heridos. Asimismo, 24.000 personas han sido evacuadas y casi 6.000 se alojan en refugios de emergencia.
Mientras, las pérdidas provocadas por el 'Morakot' en el sector agropecuario y el industrial ascienden a 15.000 millones de dólares taiwaneses (casi 319 millones de euros), y una parte de las infraestructuras del sur de la isla han quedado destruidas.
