MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Kremlin ha calificado como "fraudulento y provocativo" el arresto de un alto cargo de las autoridades separatistas prorrusas de Lugansk, que se encargaba de supervisar el alto el fuego en una de las zonas desmilitarizadas cerca de la localidad de Zolote, detonante de la última ronda de tensiones en el este de Ucrania.
El detenido, Andrei Kosiak, era representante de la autoproclamada República Popular de Lugansk en el Centro Conjunto para el Control y la Coordinación (CCCC). Además, según Moscú, Kosiak es nacional de Rusia.
"Calificamos las acciones de Kiev como fraudulentas y provocativas. Socavan el proceso de solución pacífica del conflicto en Donbás y van en contra de los compromisos de Ucrania en el marco de la convención consular bilateral con Rusia", ha criticado este martes la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova.
En este sentido, ha instado a las autoridades ucranianas a revisar su postura y a revelar el paradero del líder separatista, según un comunicado que recoge la agencia de noticias rusa Sputnik, donde también ha agregado que espera una reacción de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) al respecto.
El servicio secreto ucraniano ha justificado su detención por considerar que el hombre estaba implicado en labores de espionaje tras abandonar su cargo en el Ejército ucraniano. Partes de Donetsk y Lugansk, junto a la frontera rusa, se han encontrado bajo el control de los separatistas prorrusos desde 2014.
Precisamente la OSCE ha informado este martes del levantamiento del bloqueo parcial impuesto contra los observadores del alto el fuego y el aparcamiento de un hotel donde solían estacionarse los vehículos de la organización en Horlivka, en la región de Donetsk, ha sido habilitado de nuevo. Además, en la zona ha sido retirada una cadena y se han reanudado las actividades.
