SANTIAGO/MOSCÚ, 30 Abr. (Reuters/EP) -
El Gobierno ruso no tiene previsto adoptar ninguna medida como represalia a la última ronda de sanciones impuestas por los países occidentales, según el ministro de Exteriores Sergei Lavrov, que ha abogado por dar a los "aliados" la "posibilidad de calmarse".
"No vamos a actuar, a hacer cosas estúpidas", ha dicho Lavrov durante una rueda de prensa en Chile. El ministro, no obstante, ha dejado la puerta abierta a la imposición de nuevos castigos si la situación se prolonga o va a peor.
"Si estas acciones continúan y se convierten en medidas económicas, en ese caso estudiaríamos de nuevo la situación", ha declarado el jefe de la diplomacia rusa, sólo días después de que Estados Unidos y la Unión Europea anunciasen una ronda de castigos adicional por la crisis ucraniana.
Lavrov ha defendido en su comparecencia que Rusia siempre actua en función de sus "intereses nacionales", de las leyes internacionales y de la "situación en su conjunto". En este sentido, ha querido dejar claro una cosa: "Nunca actuamos por presiones de nadie".
MENSAJE A KIEV
El Ministerio de Exteriores ruso también ha hecho público un comunicado para condenar las "declaraciones militaristas" realizadas por Kiev, en particular después de que el presidente interino de Ucrania, Oleksander Turchinov, dijese que las Fuerzas Armadas están en alerta ante una posible invasión.
"Insistimos en que Kiev debe cesar de forma inmediata esta retórica bélica, que tiene como objetivo intimidar a su propia población", ha advertido Moscú. El Gobierno ruso ha instado a las autoridades de Ucrania a abstenerse de utilizar la fuerza e iniciar un diálogo político.
