KATMANDU, 13 Mar. (EP/AP) -
Cinco hombres armados, sospechosos de ser rebeldes maoístas, robaron hoy un banco en el suroeste de Nepal a pesar de la fuertes medidas de seguridad decretadas por el Gobierno en las ciudades para hcer frente al plan de los rebeldes de bloquear las autopistas previsto para mañana, dijeron hoy fuentes oficiales.
Los cinco hombres atacaron el banco de Desarrollo de Karnali, situado en Nepalgunj, una ciudad a 500 kilómetros de Katmandú y que se encuentra cerca de la frontera con la India. Los ladrones son sospechosos de pertenecer a la guerrilla porque dijeron ante los empleados que era "por el bien del país", informó el policía Shiv Lamichane.
El área cercaca a Nepaljung es una zona de fuerte apoyo a los rebeldes y ha sufrido numerosos ataques y conflictos. En el robo del banco, no hubo heridos y los ladrones se llevaron cerca de 1,9 millones de rupias (20.800 euros).
Por su parte, el Gobierno anunció que ha aumentado la seguridad y está proporcionando ayuda alimentaria para las principales ciudades cercanas a la zona que los rebledes han bloqueado. La guerrilla anunció para mañana el bloqueo indefinido de las principales carreteras seguido de una huelga general que empezará el 3 de abril.
El ministro del interior, Kamal Thapa, asegura que el Gobierno ha garantizado el suministro de alimentos y de otras reservas esenciales, y que tropas de Ejército se desplegarán por las principales carreteras para garantizar la seguridad de los vehículos. El Gobierno también urgió a los ciudadanos a desafiar la amenaza de bloqueo. Durante bloqueos previos, los rebeldes han disparado a los conductores, quemado camiones y autobuses, raptado a pasajeros e incluso han plantado minas en las carreteras.
Thapa y otros cuatro ministros volaron a algunas ciudades del sur para instruir a las autoridades de la zona para que mantengan los apoyos a las ciudades y para garantizar la seguridad a la comunidad financiera de la zona. El Gobierno también anunció que ofrecerá compesación para las personas heridas o afectadas por los bloqueos.
La violencia rebelde ha crecido desde que las guerrilas abandonaron en enero el alto al fuego unilateral y reanudaron sus ataques al Gobierno y a sus tropas.
