BRUSELAS, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los equipos de rescate, tras estar toda la noche intentando localizar supervivientes, han encontrado nueve cadáveres entre los escombros del edificio de Lieja (este de Bélgica) donde el miércoles, miércoles, se produjo una explosión que probablemente se debió a una fuga de gas y que ha dejado a 21 personas heridas, tres de gravedad.
La labor de búsqueda tuvo que interrumpirse a primera hora de esta mañana porque existía el riesgo de que se derrumbasen los inmuebles vecinos, y ahora los equipos de rescate están esperando recibir equipos de ingeniería civil para asegurar la zona y proseguir con su tarea, según informó la agencia de noticias Belga. Las autoridades indicaron en una rueda de prensa que las familias de las personas desaparecidas tras la explosión siguen sin noticias de sus parientes.
Los nueve cadáveres aún están sin identificar, aunque ya se han examinado seis, señaló la fiscal Danièle Reynders, que añadió que los otros tres cuerpos serán examinados a lo largo de este jueves. Entre los cascotes del edificio aún podría haber más personas, pero no se sabe cuántas porque no se ha determinado con exactitud cuántas había en el momento de la explosión. Sin embargo, los equipos de rescate no han perdido la esperanza de hallar supervivientes.
El consejero de Asuntos Sociales del Gobierno municipal, Benoît Drèze, anunció este jueves que 58 personas, entre ellos cinco niños, han sido realojadas durante la noche de el miércoles a este jueves.
Esta mañana se han desplazado a Lieja el primer ministro belga, Yves Leterme; el ministro de Finanzas, Didier Reynders; el ministro de Pensiones y Ciudades, Michel Daerden; y el secretario de Estado de Política de Migración y de Asilo, Melchior Wathelet. Además, esta tarde el Parlamento abordará el tema de la explosión.
