MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la ONU, António Guterres, y varios altos cargos más del sistema internacional han condenado este sábado la muerte de tres cooperantes de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) en Etiopía.
Guterres ha afirmado estar "profundamente conmocionado" por la noticia, unos asesinatos "totalmente inaceptables, una violación flagante del Derecho Internacional Humanitario". "Los responsables deben ser identificados y severamente castigados", ha remachado.
Por su parte, la la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha recordado que los trabajadores humanitarios "jamás deben ser atacados". "Las partes del conflicto deben respetar plenamente los Derechos Humanos internacionales y el Derecho Humanitario".
Bachelet ha pedido además "una investigación pronta, transparente y minuciosa de la muerte de nuestros compañeros humanitarios y sobre todas las informaciones sobre crímenes". "Los responsables deben rendir cuentas", ha subrayado.
También el director general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), António Vitorino, ha recordado que los cooperantes "servían a los más vulnerables" y ha condenado estas muertes "en los términos más contundentes".
El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, ha manifestado su sorpresa por estas "terribles noticias" y ha indicado que "sencillamente estaban intentando ayudar a otras personas con grandes necesidades".
Este viernes MSF ha anunciado la muerte de tres de sus trabajadores en Etiopía, entre los que se encuentra una mujer española, tras perder el contacto con ellos el jueves por la noche. Según la organización, el vehículo en el que viajaban "ha sido hallado vacío y, a unos metros de distancia, sus cuerpos sin vida".
EL CONFLICTO EN TIGRAY
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció en noviembre de 2020 el inicio de una ofensiva militar contra el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF), en respuesta a un ataque del grupo contra la principal base del Ejército en Mekelle tras un drástico repunte de las tensiones entre la formación y el Gobierno central.
Las agencias de la ONU y las ONG han visto limitado su margen de maniobra en la zona, en un contexto marcado por una grave crisis humanitaria que azota Tigray.
La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha denunciado en su último informe sobre la situación, publicado este viernes, casos de "acoso, intimidación y detención" de cooperantes, así como la confiscación de ayuda.
