Hombres rohingya de Birmania
REUTERS/SOE ZEYA TUN
Actualizado: viernes, 20 enero 2017 20:24

RANGÚN, 20 Ene. (Reuters/EP) -

La relatora especial de la ONU sobre Derechos Humanos para Birmania, Yanghee Lee, ha denunciado la persecución contra la minoría de los rohingyas por parte de las autoridades.

"Sería de particular importancia que las fuerzas de seguridad actuaran siempre dentro de los parámetros del Estado de Derecho y respetando los Derechos Humanos", ha apuntado la relatora tras una visita al país.

Las autoridades alegan que se trata de una legítima operación de seguridad en respuesta a las acciones de insurgentes rohingyas perpetrados en octubre contra puestos fronterizos entre Bangladesh y Birmania en los que murieron nueve policías. Desde entonces han muerto al menos 86 personas y 65.000 rohingyas han tenido que huir hacia Bangladesh, según datos de la ONU.

Vecinos y refugiados acusan al Ejército de asesinar, violar y detener a civiles de forma injustificada y de quemar aldeas enteras del estado de Rajine, en el noroeste del país.

Para Lee la tesis del Gobierno, que asegura que los rohingyas han quemado sus propias casas es "bastante increíble" y subraya que hay una grabación reciente de policías golpeando a aldeanos rohingyas que "no puede ser un incidente aislado, sino una práctica común".

En cuanto a los ataques contra policías, Lee señala que se produjeron en un "contexto de décadas de discriminación sistemática e institucionalizada contra" la minoría musulmana. "Individuos desesperados adoptan acciones desesperadas", ha apostillado Lee.

Lee ha argumentado que si la población afectada hubiera sentido que el nuevo gobierno trataría sus problemas, entonces los milicianos no habrían podido "secuestrar su causa".

Durante su estancia, Lee ha visitado Rajine, la ciudad de Rangún, el estado de Kachin y la capital, Naipyidó. Lee estuvo en cuatro aldeas y una prisión de Rajine donde el Gobierno mantiene a 450 personas encarceladas por presunta colaboración con el ataque de octubre. Los sospechosos no tienen asistencia legal, están incomunicados y no se les ha imputado cargo alguno. "Muchas familias ni siquiera saben de estas detenciones y temen que nunca vayan a volver a ver a sus seres queridos", ha argumentado.

La primera ministra birmana y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, niega estas acusaciones de excesos, aunque se ha restringido el acceso a la zona del conflicto para prensa.

En el estado birmano de Rajine viven aproximadamente 1,1 millones de rohingyas, la mayoría sin nacionalidad birmana y con sus movimientos muy restringidos. En 2012 además se produjo un estallido de violencia intercomunitaria que ha dejado más de un centenar de muertos y ha obligado a 125.000 personas a abandonar sus hogares.

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