MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha llamado a las partes en conflicto en Yemen a "no solo renovar, sino también ampliar los términos y la duración de la tregua", que expirará el domingo, 2 de octubre.
Guterres ha lanzado un comunicado en el que insta a las partes a acogerse a la propuesta presentada por el enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, para dar continuidad al "periodo más largo de relativa calma desde el comienzo de la guerra".
"Ha brindado beneficios tangibles y un alivio muy necesario para el pueblo yemení, incluida una reducción significativa de la violencia y las bajas civiles en todo el país, un aumento en las entregas de combustible a través del puerto de Hodeida y la reanudación de los vuelos comerciales internacionales a y desde Saná por primera vez en casi seis años", ha dicho.
Las partes, sin embargo, no han logrado en estos meses ponerse de acuerdo para lograr la reapertura de las carreteras en Taiz y en otras gobernaciones del país, así como el pago de lo salarios de los funcionarios públicos.
"Insto encarecidamente a las partes a que aprovechen esta oportunidad. Este es el momento de aprovechar los logros alcanzados y emprender el camino hacia la reanudación de un proceso político inclusivo e integral para llegar a una solución negociada que ponga fin al conflicto", ha señalado Guterres.
Finalmente, el máximo representante de Naciones Unidas ha reiterado el compromiso de la organización con la paz en Yemen, y ha instado a los líderes de cada bando a que "prioricen las necesidades y aspiraciones del pueblo yemení".
Las partes en conflicto en Yemen acordaron el 2 de abril la puesta en marcha de una tregua que, sin embargo, los huthis y la coalición internacional liderada por Arabia Saudí se acusan mutuamente de haber violado.
La guerra en Yemen enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, ahora representado por el Consejo Presidencial de Liderazgo y apoyado por la citada coalición internacional, y a los huthis, respaldados por Irán. Los huthis controlan la capital, Saná, y zonas del norte y el oeste del país.
