El opositor Miguna Miguna se somete a pruebas toxicológicas en Canadá tras su deportación desde Kenia

El opositor Miguna Miguna al ser detenido.
REUTERS / STRINGER . - Archivo
Actualizado: martes, 3 abril 2018 14:55

MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -

El opositor keniano Miguna Miguna ha confirmado que ha sido sometido a pruebas toxicológicas poco después de llegar a Canadá tras su deportación desde el país africano hacia Dubái, ciudad en la que denunció que fue drogado por las autoridades para ser metido a la fuerza en un avión.

En un comunicado publicado en su cuenta en la red social Facebook, el abogado opositor ha señalado que ha sido hospitalizado en la provincia de Ontario y ha rechazado dar detalles acerca de su estado.

Miguna llegó el lunes a Canadá "para someterse a pruebas toxicológicas especializadas y a tratamiento médico tras su secuestro ilegal y violento, tortura y envenenamiento por parte del régimen tiránico del Jubileo", en partido encabezado por el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta.

Así, ha vuelto a denunciar su detención a su llegada al aeropuerto de Nairobi y ha recalcado que "los ciudadanos kenianos no necesitan visados para entrar en Kenia".

Las autoridades kenianas decidieron en febrero deportar a Miguna con el argumento de que le habían retirado su ciudadanía keniana. Además, fue procesado por traición por el papel que tuvo en la toma de posesión simbólica que celebró Raila Odinga en Nairobi en enero ante miles de seguidores.

El Tribunal Supremo falló posteriormente que su deportación fue ilegal y autorizó al opositor a volver al país cuando considerara, al tiempo que exigió al Gobierno que permitiera a Miguna entrar al país sin trabas.

Sin embargo, las autoridades procedieron a interceptarle la semana pasada a su llegada al país argumentando que debía reclamar un visado para entrar a Kenia, dado que viajaba con su pasaporte canadiense --debido a que el keniano le fue retirado tras su primera deportación--.

En este sentido, Miguna ha recalcado que "el régimen del Jubileo destruyó ilegalmente su pasaporte y se ha negado a darle otro", tal y como falló también el Tribunal Supremo.

"Los ciudadanos de Kenia no necesitan visado para entrar en Kenia. No se les exige documentos o pasaportes extranjeros que hayan usado y se supone que sólo deben dar prueba de ciudadanía", ha recordado.

El opositor ha resaltado además que "mozambiqueños, ugandeses, tanzanos, estadounidenses y canadienses, entre otros extranjeros, están exentos de visado para entrar y quedarse en Kenia, mientras que el régimen despótico del Jubileo impone a un ciudadano keniano la exigencia de un visado".

"No viajé al extranjero el 6 de febrero y el 28 de marzo, respectivamente. Fue secuestrado y expulsado en violación y en desobediencia de varios fallos de los tribunales", ha manifestado.

Así, ha vuelto a acusar a las autoridades de "agredirle, drogarle y sacarle del país inconsciente y por la fuerza", al tiempo que ha manifestado que "esto refleja el estado de la sociedad, donde un régimen de los ricos oprime a millones de kenianos para proteger sus ganancias ilícitas y sus intereses económicos y políticos".

Por último, ha avanzado que busca "volver inmediatamente" a Kenia una vez que finalice su tratamiento médico "para continuar la lucha para una sociedad mejor y más justa".

EL GOBIERNO NIEGA QUE FUERA DEPORTADO

Durante la jornada de este martes, el ministro del interior, Fred Matiangi, y el jefe de la Policía, Joseph Boinnet, han comparecido ante un comité del Parlamento para dar explicaciones sobre lo ocurrido.

Matiangi ha negado que Miguna fuera agredido y ha recalcado que "no fue deportado, ya que no estaba en Kenia". "Fue expulsado de la zona internacional del Aeropuerto de Nairobi", ha argumentado.

Asimismo, ha confirmado que el opositor "es libre de solicitar que se regularice su ciudadanía keniano y volver al país cuando considere", según ha informado el diario local 'Daily Nation'.

La disputa sobre Miguna forma parte de un enfrentamiento mayor que mantiene el Gobierno con el poder judicial y podría pasar factura a las relaciones entre Kenyatta y Odinga, que se han comprometido a acercar posiciones para que el país avance.

Odinga y Kenyatta anunciaron el 9 de marzo que dejarían de lado años de divergencias y que trabajarían juntos para intentar unir al país y poner fin a la división política y étnica causada por las elecciones presidenciales, que se saldaron con disturbios que acabaron con la vida de más de 100 personas.

El sorprendente anuncio de los dos líderes kenianos, el presidente y Odinga, ha supuesto el inicio de una nueva etapa en Kenia, un país que tiene la economía más próspera de África oriental.

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