MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Didier Burkhalter, ha expresado este jueves sus condolencias a las familias de las víctimas del avión de pasajeros de Malaysia Airlines que ha caído durante la jornada en el este de Ucrania.
La aerolínea ha confirmado que a bordo del avión viajaban 154 ciudadanos neerlandeses, 27 australianos, 23 malasios --incluidos los 15 tripulantes--, once indonesios, seis británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense.
"Las circunstancias que han llevado a esta tragedia han de ser investigadas de forma exhaustiva e imparcial", ha dicho Burkhalter, antes de aplaudir la "disposición de Ucrania para permitir la participación de expertos internacionales".
Asimismo, ha dado la bienvenida a la decisión de los grupos separatistas de garantizar la seguridad de la zona en la que ha caído el avión y facilitar el acceso al lugar de los equipos de rescate y los investigadores internacionales.
"Ya han muerto demasiados civiles en este conflicto. Es parte de la responsabilidad común poner la seguridad de la gente antes que nada y redoblar los esfuerzos para lograr un alto el fuego sostenible", ha remachado Burkhalter.
El Ejecutivo ucraniano ha culpado a los separatistas de haber derribado el avión con un misil-tierra aire. Por su parte, el primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Alexander Borodai, ha dicho que la caída de la aeronave se debió a una acción de la Fuerza Aérea ucraniana.
El propio Borodai ha planteado la posibilidad de alcanzar una tregua de dos o tres días en el este de Ucrania que permita los trabajos de recuperación en el lugar donde ha caído el avión de Malaysia Airlines.
Los rebeldes mantienen conversaciones con representantes de las autoridades centrales para permitir, por ejemplo, la llegada de organizaciones internacionales, según declaraciones de Borodai recogidas por la agencia rusa RIA Novosti.
