ROMA, 7 Oct. (EUROPA PRESS/ Gloria Moreno) -
El Papa Benedicto XVI remarcó este miércoles que "cualquier reforma debe efectuarse dentro de la Iglesia y nunca en contra" de ella, según declaró durante la audiencia general de la mañana de este miércoles, que como cada miércoles, se celebró en el Vaticano.
Según el Pontífice, que dedicó su discurso a la figura de San Juan Leonardi, "solamente los santos hombres y mujeres que se dejan guiar por el Espíritu divino" son capaces de renovar la Iglesia con sus "decisiones radicales y valientes".
En alusión a los siglos XVI y XVII, que es la época en que vivió este santo italiano, el Pontífice explicó que es entonces cuando "se empezaron a dibujar las premisas de la futura cultura contemporánea, caracterizada por una escisión indebida entre la fe y la razón".
Ésta es la que "ha producido, entre sus efectos negativos, la marginación de Dios, con la ilusión de una posible y total autonomía del ser humano, que elige vivir como si Dios no existiera". "Es la crisis del pensamiento moderno que tantas veces he evidenciado y que llega a menudo a formas de relativismo", agregó.
