Payasos Sin Fronteras con refugiados de Tanzania. Plan Internacional
CHRISTOPHE RAYNAUD DE LAGE / PAYASOS SIN FRONTERAS
Actualizado: miércoles, 6 enero 2016 10:02

MADRID, 6 Ene. (Por Plan International y Payasos Sin Fronteras) - .

   El campo de refugiados Nyarugusu, en Tanzania, ha alcanzado un punto crítico. Desde abril de 2015, más de 180.000 refugiados que abandonaron Burundi huyendo de la violencia han estado viviendo en condiciones desesperadas de hacinamiento, con riesgo de sufrir enfermedades y escasez de refugios. Ante la continua llegada de refugiados a Tanzania, se creó un nuevo campo en octubre, el campo de Nduta. Gran cantidad de niños y niñas que viven en los campos han sido testigos de casos de violencia extrema, mientras que otros muchos han sido separados de sus padres y madres.

   Plan International, organización comprometida con los derechos de la infancia, trabaja en los campos de refugiados para garantizar la protección de niños, niñas y mujeres. Ha creado espacios seguros para que los niños y niñas puedan seguir aprendiendo y jugando dentro de los campos. Plan International se ha unido a Payasos sin Fronteras para brindar apoyo a los niños y niñas y ayudarles a través de la risa, el juego y el circo a recuperarse de las traumáticas experiencias por las que han pasado.

Artistas de Payasos sin Fronteras dan los últimos retoques a su maquillaje, preparados para ofrecer alegría y risas a los niños y niñas burundeses refugiados en Tanzania. Un grupo de ocho payasos ha visitado los campos de refugiados en Tanzania a finales de 2015. Realizaron 10 espectáculos y dos desfiles en los campos de Nyarugusu y Nduta.

Los campos de Nyarugusu y Nduta son el hogar de más de 180.000 refugiados, la mayoría de ellos mujeres, niños y niñas. Un payaso dedica unos instantes a reflexionar sobre la situación mientras se prepara para actuar.

Un payaso calienta antes de salir al escenario. Algunos de los espectáculos son interactivos y se intenta que el público participe, por lo que los artistas dan lo mejor de sí mismos para sacar una sonrisa a los niños y niñas.

Una vez hechas las preparaciones finales, los payasos empiezan a atraer multitudes. ¡Cada espectáculo marca una diferencia!

Los payasos son una especie de espectáculo en las comunidades y generan gran interés entre los transeúntes. Este amable vecino le ofreció un sitio en su moto a esta artista para que pudiera llegar a tiempo a su actuación.

Más de 180.000 refugiados han llegado a Tanzania desde abril de 2015. ¿La tarea de los payasos? Proporcionar momentos de felicidad y alegría, brindando a los niños y niñas la oportunidad de recuperar su infancia y su derecho al juego. "La música, el teatro, el baile, el deporte y el arte están muy conectados con el modo que tienen los niños y las niñas de experimentar el mundo y les pueden ayudar a expresarse a través de una participación activa", explica el Dr. Unni Krishan, director de Respuesta y Preparación en Desastres de Plan International.

Los espectáculos están diseñados para cautivar a las comunidades y que así los vecinos tengan la oportunidad de reír y olvidar la tensión que soportan cada día. A cada espectáculo asisten como mínimo 2000 refugiados.

Los niños y niñas que han experimentado pérdidas, desplazamientos y traumas necesitan ayuda emocional, relaciones sociales positivas y un sentimiento de esperanza en el futuro. En lugares como los campos de refugiados, los niños y las niñas se ven obligados a crecer demasiado deprisa, asumiendo tareas que no son propias de su edad y en ocasiones son víctimas de violencia y abusos. Si no se atienden sus necesidades emocionales, su desarrollo podría verse afectado y podría ocasionar complicaciones en su salud mental.

"Las actuaciones de los payasos, junto con los juegos, proporcionan a los niños y niñas un alivio inmediato a través de la risa y la alegría, a la vez que aumentan la confianza en sí mismos, mejoran la expresión de sus emociones y contribuyen al desarrollo social", explica Concha López, directora general de Plan International España.

Desde cubrir a la gente con confeti hasta realizar acrobacias, las actividades y actuaciones creativas tienen el poder de unir a los niños y niñas y reducir las barreras culturales, religiosas y de género.

La gente aguanta la respiración mientras un payaso realiza una magnífica y temeraria acrobacia.

"¿Cómo te llamas?", pregunta este pequeño grupo de niños y niñas. "Me llamo Diversión", responde el payaso.

El espectáculo ha atraído a un gran número de personas, pero dos mujeres que se han perdido el comienzo quieren formar parte de la diversión. Por eso miran a través de la valla el animado número de los payasos. En los campos de refugiados, las mujeres, las niñas y los niños se encuentran en situación de riesgo. En los últimos meses, los directores de los campos han informado de un aumento en el número de casos de violencia de género como consecuencia del abuso del alcohol y las drogas. Las mujeres, los niños y las niñas, en especial las adolescentes, se enfrentan a un mayor riesgo de violencia y abuso.

Los payasos, además de utilizar el entretenimiento y la diversión para su espectáculo, también usan las actuaciones y los espectáculos para transmitir al público mensajes sobre salud, como por ejemplo "el agua potable es importante para acabar con la diarrea".

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