MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Lista del Pueblo, uno de los movimientos que concurrió a la elección de constituyentes para elaborar la nueva Carta Magna de Chile, ha anunciado este miércoles su escisión, después de que 17 de sus 20 miembros elegidos hayan anunciado que se aglutinarán bajo otra iniciativa tras las tensiones y polémicas que se han fraguado por las pretensiones electorales de uno de sus miembros.
Bajo el nombre de "Pueblo Constituyente", estos 17 miembros electos han asegurado que se trata de una decisión tomada para "transparentar lo que está pasando dentro de la Convención con nosotros", según ha indicado Loreto Vallejos, una de las que se ha desmarcado del movimiento, recoge la emisora local Radio Bío Bío.
La polémica se desató cuando uno de los miembros electos, Diego Ancalao, mostró pretensiones para ocupar La Moneda, algo que aunque finalmente no prosperó y no fue bien acogido en un amplio sector de la lista constituyente, que surgió como movimiento precisamente para las elecciones de la Convención, que criticaron un cambio de rumbo en las motivaciones de la formación. Durante semanas, algunos de los miembros ya habían ido confirmando su distanciamiento, que finalmente ha sido ratificado.
"Desde que la lista decidió tomar el camino electoral en el espacio del poder constituido, ratificamos nuestro carácter independiente y optamos por organizarnos de manera autónoma, distanciándonos de sus definiciones y acciones políticas", han señalado este miércoles a través de un comunicado.
Los independientes que han decidido apartarse definitivamente de la Lista del Pueblo han considerado que "tuvo una enorme relevancia y cumplió su objetivo hasta el día de las elecciones de mayo de 2021, obteniendo un importante triunfo".
Así, y dejando con tan solo a tres miembros a la Lista del Pueblo, continuarán defendiendo su compromiso para "plasmar en la nueva Constitución las demandas sociales históricas de los pueblos, recogidas por la revuelta popular".
La Lista del Pueblo fue la tercera lista más votada, tan solo precedida por el oficialismo de Vamos por Chile y la oposición de Apruebo Dignidad, una victoria que fue interpretada como el triunfo de los nuevos actores políticos, alejados de los partidos tradicionales.
