RDCongo.- El Ejército de RDC secuestra civiles para obligarlos a trabajos forzados en minas y campos de Ituri, según HRW

Actualizado: lunes, 16 octubre 2006 19:04

MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de la República Democrática de Congo (RDC) está secuestrando a civiles para emplearlos en trabajos forzados en las minas de oro y los campos de la conflictiva provincia de Ituri, en el noreste del país, según denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW), que pidió a las autoridades de la nación africana que investiguen y condenen a los soldados sospechosos de estos crímenes.

HRW ha constatado que el pasado 17 de septiembre nueve civiles, entre ellos cuatro mujeres y dos niños, fueron capturados por soldados gubernamentales y llevados a un campo de entrenamiento militar en las inmediaciones de la localidad de Olongba, al sur de la capital del distrito de Ituri, Bunia. En otro caso similar registrado el pasado 11 de agosto, militares secuestraron a 20 civiles en Gethy y les forzaron a realizar la recolecta y el transporte de la yuca. Actualmente se desconoce su paradero.

Un portavoz del Ejército congoleño sin embargo culpó a las milicias locales, activas en esta región, de los secuestros, pese a que testigos presenciales y organizaciones no gubernamentales aseguran que son los soldados de las Fuerzas Armadas los responsables. Además las mismas fuentes afirman haber observado en las últimas semanas a los militares forzando a civiles a transportar objetos o cargamentos.

"Los soldados gubernamentales fueron enviados a Ituri para proteger a los civiles contra los abusos de las milicias locales, pero son ellos mismos los que están devastando la zona", aseguró la consejera de HRW para Africa, Alison Des Forges. "Los civiles están siendo retenidos sin cargos para obtener fuerzas de trabajo gratuitas a los soldados", explicó.

Entre agosto y septiembre, Human Rights Watch entrevistó a decenas de víctimas y testigos en Ituri, muchos de los cuales describieron patrones de trabajo forzado por soldados gubernamentales que obligan a civiles secuestrados a trabajar en las minas de oro, en la recolección de las cosechas o en el transporte de bienes hasta las bases militares.

El pasado 9 de agosto, HRW detectó abusos por parte de dos soldados que estaban forzando a seis civiles, dos mujeres, a cargar sillas, metales y bancos requisados de una iglesia cercana a su base de entrenamiento. Los soldados aseguraron que estaban "escoltando a la gente por su propia seguridad", algo que negaron las propias víctimas que explicaron que habían sido forzados a punta de pistola a realizar este trabajo.

Además, varias víctimas testificaron que a finales de 2005, los militares forzaron a más de 100 hombres y adolescentes de ocho localidades a trabajar en una mina de oro cerca de Bavi. Los militares amenazaron con matar a la gente si no colaboraban y arrestaron a uno de los jefes locales por intentar detenerles.

Desde 2004, los soldados congoleños, apoyados por los militares de la fuerza de paz de la ONU, han llevado a cabo operaciones contra las milicias de Ituri que se negaron a desarmarse e integrarse en el Ejército nacional, entre ellas el Fuerza de Resistencia Patriótica de Ituri (FRPI), que han protagonizado enfrentamientos violentos a principios de este mes en los que al menos dos soldados de la ONU resultaron heridos.

Los guerrilleros del FRPI y otros grupos militantes han atacado también a civiles, recuerda HRW. Los asesinatos, secuestros y violaciones a civiles por parte de los combatientes rebeldes han sido el pan de cada día en la provincia de Ituri.

Las autoridades de Congo por el momento no han logrado controlar efectivamente la violencia y los abusos por parte de las milicias y de los soldados de su propio Ejército, recuerda HRW.

"El Ejército congoleño se ha hecho conocido como el mayor abusador de los Derechos Humanos en el país", aseguró Des Forges. "Las autoridades deben emprender acciones contra todos los criminales de guerra, incluidos los de sus propias instituciones", zanjó la responsable.