Reino Unido y EEUU presionaron a Ruanda para que no ayudara al M23 durante la ofensiva final del Ejército

Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:00

LONDRES, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los Gobiernos británico y estadounidense han presionado al presidente de Ruanda, Paul Kagame, para que se abstuviera de apoyar a los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23) durante la ofensiva final del Ejército de la República Democrática del Congo (RDC), que ha permitido expulsar a los insurgentes de sus últimos bastiones en Kivu Norte (este) y poner fin al conflicto armado.

Según el diario británico 'Daily Telegraph', el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, telefonearon por separado a Kagame el pasado 25 de octubre para pedirle que no enviara a sus tropas en apoyo del M23.

A juicio de 'Le Potentiel', el diario más importante de la RDC, esa presión diplomática británica y estadounidense debería servir para comprender "la facilidad" con que el Ejército se ha hecho con el poder, "en menos de una semana", de las posiciones que mantenía el M23 "desde hacía más de un año".

El portavoz del Gobierno, Lambert Mende, ha anunciado este martes que el M23 había sido expulsado esta pasada madrugada de sus dos últimos bastiones, Tshanzu y Runyoni, y que el conflicto, "en términos militares, ha terminado" después de 20 meses de enfrentamientos.

Poco después, el líder del M23, Bertrand Bisimwa, ha asegurado en un comunicado que se ha ordenado al jefe del estado mayor y a los comandantes de todas las unidades de los rebeldes que preparan a sus tropas "con vistas al desarme, la desmovilización y la reintegración en los términos que se acuerden con el Gobierno de Congo".

Mende ha precisado también que los últimos rebeldes presentes en el país han cruzado la frontera o se han rendido y entregado las armas. Entre las personas que han huido del país, ha asegurado, se encuentra el líder militar de la guerrilla, Sultani Makenga, si bien ha dicho que se desconoce si se ha fugado a Ruanda o a Uganda. Naciones Unidas ha apoyado desde el lunes las operaciones con tanques y helicópteros, ha agregado.

Tras los avances de las últimas semanas de las fuerzas gubernamentales en Kivu Norte, los guerrilleros del M23 abandonaron a finales de la semana pasada Bunagana, último reducto que controlaban en la región, y se retiraron hacia las zonas boscosas y montañosas de la frontera congoleña con Uganda y Ruanda, origen de la rebelión, en los montes de Runyoni, Mbuzi y Tshanzu.

LLAMAMIENTO DE LÍDERES AFRICANOS

Los presidentes de los países del sur de África y la región de los Grandes Lagos solicitaron ayer lunes al M23 en la capital sudafricana, Pretoria, que pusiera fin al conflicto y entregara las armas.

En su comunicado final de la cumbre de Pretoria, los países participantes advirtieron de que se podría firmar un acuerdo de paz "a condición de que el M23 haga una declaración pública renunciando a la rebelión, tras lo que el Gobierno hará una declaración pública de aceptación".

"Cinco días después de que esto ocurra, se podría firmar formalmente el acuerdo", recoge el comunicado, firmado por los presidentes de Malaui y Uganda, Joyce Banda y Yoweri Museveni, respectivamente, en representación de los líderes del sur del continente y la región de los Grandes Lagos.

El presidente congoleño, Joseph Kabila, estuvo presente en la cumbre, mientras que su homólogo ruandés, Paul Kagame, que ha rechazado en reiteradas ocasiones los informes de la ONU sobre el respaldo de su país al M23, no acudió, si bien envió a su ministra de Exteriores, Louise Mushikiwabo.