PRAGA, 16 Ene. (Reuters/EP) -
República Checa ha conmemorado este miércoles a través de numerosos actos el 50 aniversario de la muerte del joven Jan Palach, que se quemó a lo bonzo en la Plaza de Wenceslao, en señal de protesta por la invasión soviética que acabó con la Primavera de Praga.
El suceso tuvo lugar el 16 de enero de 1969, cuando Palach se roció con gasolina y se prendió fuego en el pleno corazón de Praga. Aunque algunas personas intentaron sofocar las llamas con sus abrigos, el estudiante de economía y filosofía murió tres días después por la gravedad de sus heridas.
Palach dejó una carta en la que se definía como "la antorcha número 1", alentando así a otros a seguir sus pasos. En las semanas siguientes se produjeron incidentes similares en otras ciudades de Checoslovaquia y en otras repúblicas soviéticas.
El joven universitario pretendía desencadenar una huelga general que reavivara la Primavera de Praga. "La gente debe luchar contra el demonio ante el que en estos momentos se sienten indiferentes", dijo Palach antes de morir.
"Yo volví a marchar junto a otros estudiantes" tras su muerte, ha recordado Robert Gruen, de 70 años, desde el monumento a Palach erigido en la Plaza Wenceslao.
En el 20 aniversario de su muerte, miles de personas regresaron a las calles de Praga para expresar su rechazo al Gobierno. Fueron dispersados con violencia, pero meses después el régimen comunista caía con la Revolución de Terciopelo.
"Esto era exactamente lo que él quería, que la gente se quejara, protestara, luchara por sus derechos. Después de 10 años, su historia tuvo un final", ha comentado el historiador checo Petr Blazek.
