BUCAREST, 8 Abr. (Reuters/EP) -
Rumanía rechazó hoy las acusaciones realizadas por el presidente moldavo, Vladimir Voronin, que responsabilizó a Bucarest de estar implicado en las violentas protestas contra la victoria comunista en las elecciones parlamentarias del domingo, si bien anunció que no impondrá nuevas restricciones de viaje a los moldavos.
"Esta acusación es una provocación (...) no es aceptable que el poder comunista en Chisinau traslade la responsabilidad de los asuntos internos de la República Moldava a Rumanía", afirmó el Ministerio de Exteriores rumano en un comunicado.
Asimismo, el Ministerio dijo que no tomará medidas de represalia similares a las adoptadas por Chisinau, que ha declarado 'persona non grata' al embajador rumano y anunciado restricciones de viaje a los rumanos que entren en Moldavia.
Previamente, durante una reunión con representantes de la sociedad civil, Voronin reveló hoy que el embajador rumano en Chisinau ha sido declarado 'persona non grata' después de que ayer los manifestantes, entre otras cosas, reclamaran la reunificación de Moldavia y Rumanía e izaran la bandera de este último país en el Parlamento.
"Hemos decidido introducir un régimen de visados para Rumanía", señaló Voronin, según informa la agencia rusa RIA Novosti. Asimismo, consideró que Rumanía está implicada en los sucesos de ayer, durante los que los manifestantes tomaron la oficina del presidente al igual que el Parlamento, antes de ser desalojados esta madrugada.
"Rumanía está implicada en el conjunto de estos procesos", denunció el presidente moldavo y líder del Partido Comunista, al tiempo que advirtió de que "nuestra paciencia tiene límites". "Conocemos a los autores de estos acontecimientos, una parte de los cuales han huido", indicó.
Ayer, Voronin había calificado las manifestaciones de "golpe de Estado" y acusó a la oposición de haberse "embarcado en el camino de la toma violenta del poder".
Por otra parte, según la agencia Reuters, esta mañana varios cientos de manifestantes anticomunistas se congregaron nuevamente ante la sede del Gobierno en Chisinau y bloquearon la principal avenida de la ciudad. Según los reporteros de la agencia sobre el terreno, eran unos 300 y por el momento no se han producido incidentes con los agentes antidisturbios.
