LONDRES, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Equipos anticontaminación británicos han iniciado la limpieza de los ocho kilómetros de mancha de combustible que se escaparon de una fábrica abandonada cerca del estrecho de Menai, al norte de Gales. Los marineros descubrieron ayer la zona contaminada del mencionado estrecho.
El foco del vertido fue la grieta de un tubo que ya ha sido sellado, según constató un guardacostas. "La agencia de medio ambiente está investigando, pero ya han cerrado la fuente de la contaminación. Creemos que la mayor parte de la mancha está dispersa actualmente", añadió. Mientras tanto, han advertido a personas y embarcaciones de que no pasen por esa zona marítima y prohíben a la gente pasear con sus perros a lo largo del litoral.
El carburante, que podría componerse de varios aceites industriales, incluyendo gasoil, se encontraba en un depósito de la fábrica abandonada. Las autoridades están estudiando si la fuga fue obra del vandalismo.
La superficie manchada abarca desde el puente Britania hasta Caernarfon y es un área sensible medioambientalmente por su fauna y sus pájaros. En las zonas más afectadas, los habitantes del lugar limpian la costa, mientras que los funcionarios esperan que en el resto se disperse solo sin necesidad de una limpieza química.
Mike Willis, del Consejo del Campo de Gales, aseguró que el daño no puede evaluarse todavía y declaró que "somos afortunados de que al menos haya ocurrido en esta época del año, puesto que en invierno hay muchos más pájaros". "Los intereses marítimos de los estrechos son de importancia internacional, aunque debido a la cantidad de combustible expandido, no creo que tenga mucho impacto en este sentido", matizó. Asimismo, añadió que su preocupación era la industria pesquera, pero recalcó que la gente estaba alertada.
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