LONDRES, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Defensa británico ha sufrido la mayor pérdida de datos personales registrada hasta la fecha tras la desparación el pasado miércoles de un disco duro con información de unos 100.000 militares en la que se incluirían detalles de sus familias, cuentas bancarias y números de pasaporte.
El Gobierno reconoció hoy la gravedad de un caso "deplorable" que ya se encuentra investigando y que suma un nuevo episodio a la lista de antecedentes de extravío de documentación confidencial y datos de ciudadanos entre la que figuran desde los beneficiarios de prestaciones por hijo, casi la mitad de la población en consecuencia, con unos 25 millones de afectados, a informes de alta seguridad nacional.
Este último capítulo se produce tan sólo dos semanas después de que el propio departamento de Defensa sufriese el robo de expedientes con información de miles de militares de la Royal Air Force (RAF) que se encontraban también almacenados en discos duros externos, si bien en esta ocasión la gravedad es mayor, puesto que la información podría no estar codificada.
El dispositivo había sido utilizado por la principal empresa de informática del Ministerio, EDS, para comprobar el estado de los equipos y, aunque su desaparición se descubrió el miércoles, podría llevar en paradero desconocido varios días.
Al respecto, una portavoz de Defensa explicó que la propia compañía informó de que no había sido capaz de dar con un disco duro portátil con datos personales de las Fuerzas Armadas durante una auditoría solicitada por la Oficina del Gabinete del Gobierno para revisar el manejo de la información.
DATOS
El dispositivo contenía los nombres, direcciones, números de pasaporte, fechas de nacimiento y licencias de conducir de unos 100.000 militares en activo de la Armada, de la Royal Navy y de la Royal Air Force, así como de sus allegados más próximos, y "no se descarta" el riesgo de que también figurasen sus cuentas bancarias. Además, también almacenaba información de 600.000 potenciales reclutas y los nombres de sus avales.
La pérdida añade un cuestionamiento más a la gestión de la documentación por parte del Ejecutivo y abre aún más dudas en el caso concreto del departamento de Defensa, que el pasado mes de julio admitió el robo de hasta 658 ordenadores portátiles en los últimos cuatro años y la desaparición de 26 lápices de memoria USB con información clasificada tan sólo desde enero.
Por ello, el portavoz del primer ministro calificó el incidente de "deplorable" y anunció que la policía del ministerio "tomará cualquier acción apropiada" una vez concluida la investigación actualmente en curso para esclarecer el paradero del disco duro, que contenía más de 1,5 millones de bits en información.
