MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
Rusia ha amenazado a Rumanía con tomar represalias por la expulsión de un diplomático ruso destinado en Bucarest. Con esta acción Rumanía pretendía responder a la expulsión de un empleado de su embajada en Moscú acusado de espionaje.
"A diferencia del primer secretario de la Embajada Rumana en Moscú, que fue capturado con las manos en la masa en posesión de materiales y equipo de espionaje que exponían por completo sus actividades ilegales, el diplomático ruso no ha estado implicado en cualquier actividad que pueda fundamentar dichas decisiones", ha denunciado el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, citado por la agencia RIA Novosti.
Rumanía declaró ayer martes al primer secretario de la legación rusa en Bucarest, Anatoli Akopov, persona non grata, lo que le obligaba a abandonar el país europeo.
"Advertimos a Bucarest contra tales acciones, pero parece que el sentido común no se impuso", prosigue la diplomacia de Rusia, la cual se reserva "el derecho a tomar medidas de represalia".
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia detuvo el lunes al rumano Gabriel Grecu por intentar obtener información militar secreta de un ciudadano ruso. La reacción de Rumanía no se hizo esperar y al día siguiente su departamento de Exteriores consideró que el Kremlin había incurrido en una "violación grave" de la Convención de Viena de 1961.
