MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Presidencia rusa se ha desvinculado este jueves del proyecto de ley impulsado en Georgia para registrar a los supuestos 'agentes extranjeros', en una primera reacción en la que también ha reconocido su "preocupación" por la escalada de las tensiones políticas y sociales en el país vecino.
El principal portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha dicho que Moscú no ha "inspirado" ninguna de las iniciativas presentadas en Georgia, con las que no tiene "absolutamente nada que ver". De hecho, ha sugerido que una de las versiones del texto sería "similar" a otras leyes ya aplicadas en Estados Unidos, según la agencias de noticias oficiales.
Peskov ha admitido que, pese a no tener relaciones con Georgia --Rusia reconoce la independencia de regiones separatistas--, lo ocurrido en el país vecino es motivo de "preocupación". En este sentido, ha dicho que Moscú siempre busca que haya "paz" en los países de su entorno.
Los partidos gobernantes en Georgia han anunciado este jueves la retirada del proyecto, pese a que ya había recibido un primer visto bueno parlamentario, después de las masivas protestas de estos últimos días en Tiflis. La oposición había acusado al Ejecutivo de querer crear una 'lista negra' de organizaciones, medios de comunicación y entidades que reciben generalmente financiación de países extranjeros, equiparando esta medida a la censura que ya existe en Rusia.
