MOSCÚ, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Rusia, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos podrían convertirse en garantes de la paz entre Georgia y las repúblicas georgianas independentistas de Abjazia y Osetia del Sur, según ha informado el viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin.
Durante una sesión del Parlamento Europeo del pasado mes de noviembre, el presidente georgiano, Mijail Saakashvili, se comprometió a no atacar estos territorios "para restaurar la integridad territorial y la soberanía" de Georgia. Los presidentes de Abjazia y Osetia del sur, Sergei Bagapsh y Eduard Kokoiti, respectivamente, hicieron declaraciones a favor de la no agresión en diciembre.
"Si una declaración conjunta es aprobada, dará mayores garantías que cualquier declaración unilateral", ha señalado Karasin a la agencia de noticias rusa RIA Novosti desde Ginebra, donde una ronda de conversaciones sobre la estabilidad y seguridad de Transcaucasia comenzó el viernes.
Rusia reconoció la independencia de ambas repúblicas después de la guerra de cinco días que tuvo lugar en agosto de 2008, que comenzó cuando Tiblisi atacó Osetia del Sur en un intento de volver a atraer a la república bajo el control central.
Rusia anteriormente había presentado un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad de la ONU llamando a un acuerdo sobre la no utilización de la fuerza entre Georgia y Abjazia en medio de la espiral de violencia y los temores de un nuevo conflicto militar en la región. La iniciativa fue bloqueada por las naciones occidentales, que buscan un acuerdo de paz integral que estipule el retorno de los refugiados georgianos a Abjazia.
Cerca de 300.000 georgianos huyeron de los combates en Abjazia durante la guerra separatista que tuvo lugar entre 1992 y 1993, en la que la república intentó separarse de Tbilisi, según datos oficiales del Gobierno georgiano. Entre 10.000 y 30.000 personas de ambos bandos fallecieron durante el conflicto.
Por su parte, Alemania ha propuesto un plan en tres etapas para solucionar el conflicto entre Georgia y Abjazia. Este plan estipula la voluntad de no utilizar la violencia por todas las partes involucradas en el conflicto, el retorno gradual de los refugiados georgianos a la región y la determinación del estatus político de Abjazia.
