MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Rusia ha iniciado este viernes el repliegue de las tropas desplegadas en la península de Crimea, tras participar en una serie de maniobras militares, una decisión que podría ayudar a reducir las crecientes tensiones bilaterales con Ucrania.
El Ministerio de Defensa ha señalado que el proceso ha arrancado por orden del titular de la cartera, Sergei Shoigu, antes de agregar que las tropas "han empezado a volver a sus bases permanentes", según ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.
Así, ha añadido que las unidades y material trasladados a Crimea están siendo llevados a estaciones de tren, bases aéreas y barcos de cara a su transporte. Shoigu anunció el jueves una orden para el repliegue militar en Crimea y otras zonas cercanas a la frontera oriental de Ucrania.
El ministro detalló que estas maniobras eran "un control sorpresa" para verificar "la respuesta adecuada" a cualquier cambio "en las fronteras rusas" y específicamente mencionó una zona "desde Crimea hasta la costa marítima del suroeste ruso".
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acogió "con satisfacción" el anuncio ruso y señaló que esta acción conlleva una reducción "proporcional" de la tensión entre ambos países. "La reducción de las tropas en nuestra frontera reduce proporcionalmente la tensión", dijo, antes de recalcar que Kiev permanecerá "vigilante".
Las autoridades ucranianas criticaron a Rusia a principios de abril por el despliegue de militares en una zona cercana a la frontera común, lo que fue rechazado desde Moscú, que argumenta que puede trasladar a sus militares por su territorio sin cortapisas.
Ucrania ha denunciado este mismo viernes la muerte de un militar en un ataque por parte de separatistas en el este del país, según el balance diario publicado por la Operación de Fuerzas Conjunta (JFO) a través de su cuenta en la red social Facebook.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto en la frontera entre ambos países, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 13.000 muertos, según estimaciones de la ONU.
