SANÁ, 11 Ene. (Reuters/EP) -
Los chiíes huthis y los chiíes salafistas han respetado el alto el fuego pactado entre ambas partes después de que en las últimas semanas más de un centenar de personas murieran en la ofensiva de las milicias huthis sobre Damaj, en la provincia de Saada, donde están atrincherados los radicales suníes, muchos de ellos extranjeros.
El presidente de la comisión presidencial encargada de mediar en el conflicto, Yehia Abuesbaa, ha confirmado que el acuerdo de alto el fuego ha entrado en vigor como se esperaba a pesar del fracaso de intentonas anteriores de detener la oleada de violencia.
Abuesbaa ha destacado que esta iniciativa tiene más probabilidades de éxito ya que incluye a todas las facciones armadas implicadas en la violencia en la provincia de Saada y las regiones vecinas. El acuerdo prevé además que los salafistas desalojen Damaj y se trasladen a la localidad de Hadida y que los estudiantes extranjeros salgan del país.
El Ejército comenzó el viernes a desplegarse en la zona y ya el sábado ha enterado en Daraj, ha indicado Abuesbaa. Además, Cruz Roja ha podido evacuar a 25 heridos de la localidad.
Los enfrentamientos comenzaron cuando los huthis, que controlan la mayoría de la provincia de Saada, acusaron a los salafistas de estar concentrando a miles de combatientes, muchos de ellos extranjeros, en una madrasa de Damaj para atacarles.
Los salafistas, en cambio, aseguran que se trata de estudiantes de religión que quieren aprender teología en la Academia de Dar al Hadith, una prestigiosa institución suní creada en la década de 1980. Además, denuncian la inacción de las autoridades ante el "asedio" al que les han sometido los huthis.
