Actualizado: martes, 12 julio 2016 20:28

EL CAIRO, 12 Jul. (Reuters/EP) -

Un agente de Policía ha sido sentenciado a siete años de cárcel en Egipto junto a otros tres compañeros suyos, que cumplirán una condena de tres años, por matar a golpes a un padre de familia en noviembre de 2015, un caso que ha provocado indignación generalizada entre la población por la brutalidad policial.

Talaat Shabib al Rashidi fue uno de los tres hombres que perdieron la vida mientras se encontraban bajo custodia policial en noviembre del año pasado. Su muerte desencadenó numerosas protestas y disturbios en su ciudad natal, Luxor, situada en el sur del país. El impacto del fallecimiento de Rashidi fue tal que incluso los medios egipcios se hicieron eco de la indignación pública.

El tribunal encargado del caso ha absuelto a otros tres agentes de Policía y a siete reclutas que también habían sido imputados por la muerte de Rashidi. Por otra parte, ha ordenado que el Ministerio de Interior pague a la viuda del fallecido un millón y medio de libras egipcias, equivalentes a unos 152.500 euros.

Decenas de organizaciones de Derechos Humanos han criticado en numerosas ocasiones los abusos y la brutalidad de la que hace gala la Policía en Egipto. Defienden que en el país existe una "cultura de impunidad" que rodea a los agentes policiales, a los que nunca o muy raramente se les exigen responsabilidades por cometer abusos o torturar a los detenidos.

El Ministerio del Interior, que está a cargo de uno de los cuerpos de seguridad que más abusos comete según la ONG Amnistía Internacional, la Agencia Nacional de Seguridad (ANS), ha dicho que investigará todas las denuncias presentadas contra la Policía por abusos y que la Fiscalía está interrogando ya a aquellos involucrados en las muertes producidas recientemente.

La indignación pública por los continuos escándalos relacionados con la brutalidad policial lleva meses inundando las calles de Egipto, con numerosas manifestaciones que han acabado en disturbios y en incidentes. En 2011, uno de los principales motivos detrás de las masivas protestas que acabaron con el régimen de Hosni Mubarak después de 30 años, era la demanda del fin de la represión policial.

La Fiscalía ordenó la celebración del juicio en diciembre del año pasado, después de que un informe realizado por un juez de instrucción demostrase que Rashidi había recibido numerosos golpes en la espalda y en el cuello que le rompieron varias vértebras y le dañaron la columna vertebral.

Rashidi fue arrestado por la Policía en una cafetería de Luxor y murió a las pocas horas de su detención. La Policía le acusó de tráfico de drogas, algo que toda su familia ha negado por completo. Otro portavoz familiar ha alegado que Rashidi participó en una refriega con un agente de policía, y que desde entonces, los agentes locales habían estado buscando la manera de vengarse.

El pasado abril, se produjeron importantes disturbios en un suburbio de El Cairo después de que un agente de Policía disparase a tres personas a raíz de una discusión sobre el precio de una taza de té. Una de las víctimas perdió la vida a causa de las heridas. En febrero, otro agente policial mató a un taxista de un tiro por una disputa relacionada con el coste del trayecto en taxi.

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