COLOMBO, 12 Feb. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Sri Lanka ha comenzado a buscar nuevos verdugos anticipando un endurecimiento de su política antidrogas, que tiene como modelo la guerra contra el 'narco' declarada por Rodrigo Duterte en Filipinas.
La pena de muerte está contemplada en la ley ceilandesa pero la última ejecución en Sri Lanka tuvo lugar en 1976 y desde entonces todas las condenas de este tipo han sido conmutadas por cadena perpetua.
Sin embargo, el presidente, Maithripala Sirisena, anunció la semana pasada que en los próximos meses pretende recuperar el uso de la pena de muerte para castigar los delitos de narcotráfico.
Durante la visita que hizo a Filipinas en enero, Sirisena alabó la guerra antidrogas de Duterte que ha dejado miles de muertos, algunos en ejecuciones extrajudiciales, según han denunciado varias ONG.
Fuentes gubernamentales han confirmado a Reuters que Sirisena buscó el consejo de su homólogo filipino sobre cómo combatir el narcotráfico preocupado por que Sri Lanka paso obligado de las rutas de la droga en Asia.
En respuesta, el servicio penitenciario se ha apresurado a contratar dos nuevos verdugos. "No sabemos si el Gobierno va a recuperar la pena de muerte, pero queremos (...) estar preparados", ha dicho a Reuters el portavoz carcelario Thushara Upuldeniya.
El lunes, el diario oficial publicó una oferta de trabajo para estas dos vacantes con un salario mensual de 36.310 rupias (unos 180 euros), por encima de la media del salario que reciben los funcionarios ceilandeses. Se requiere, según el anuncio, un "excelente carácter moral" y "fortaleza mental".
Upuldeniya ha indicado que en estos momentos hay al menos 25 personas condenadas por delitos de narcotráfico que podrían ser ejecutadas. Además, hay otras 436 que están en el corredor de la muerte por otros cargos.
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