MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Administrativo de París ha suspendido este viernes la expulsión a Marruecos del imán Hassan Iquioussen, acusado de declaraciones antisemitas, misóginas y, en términos generales, de "alentar a la violencia, al odio y a la discriminación", en un caso que pone de manifiesto la tensión entre la nueva política del Gobierno francés que endurece la supervisión sobre las comunidades islámicas del país.
La corte ha indicado que la expulsión del imán, que mantiene supuestos vínculos con Hermanos Musulmanes, una de las organizaciones islámicas más numerosas del mundo, supondría una "injerencia desproporcionada" en su " vida privada y familiar", según una decisión recogida por 'Le Monde', que rebate un decisión adoptada por el ministro del Interior, Gérald Darmanin, aprobada incluso por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y que Marruecos había aceptado en principio.
Darmanin, que ya ha anunciado que apelará la decisión ante el Consejo de Estado, había decidido la expulsión tras acusar al religioso de "actos de provocación explícita y deliberada a la discriminación, el odio o la violencia contra un grupo de personas".
También acusa al imán, de 57 años y nacido en Francia pero con nacionalidad marroquí, de ejercer un "discurso proselitista" y de ser "el portador de una visión del islam contraria a los valores de la República francesa", así como de "un discurso con un contenido antisemita particularmente virulento" que preconiza la "sumisión de las mujeres en beneficio de los hombres", fomentando el "separatismo" y el "desprecio" del laicismo.
La abogada del imán, Lucie Simon, ha aplaudido la decisión del Tribunal Administrativo de París. "Lejos de las alarmas mediáticas, la ley", ha comentado en su cuenta de Twitter. El imán es una de las figuras religiosas más seguidas por la comunidad musulmana de Francia, con más de 170.000 suscriptores en su canal de YouTube y casi 43.000 en Facebook.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció en 2020 un nuevo plan contra el "separatismo islámico" en el país, del que se señaló como directo responsable, y por el que introdujo una ampliación de la prohibición del uso del pañuelo, el endurecimiento de los controles sobre las asociaciones musulmanes y modificaciones en el sistema escolar y de formación islámica.
Macron, entre otras medidas adicionales, también planteó una nueva política de formación de imanes musulmanes en Francia hasta 2024, con certificación incluida por parte del Consejo francés para el culto musulmán.
