BRUSELAS, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El comisario de Salud, John Dalli, y el comisario de Comercio, Karel de Gucht, han tachado de "inaceptable" y "desproporcionado" el veto que las autoridades rusas han impuesto a la entrada de importaciones de ganado procedente de la Unión Europea y han exigido a Moscú que levante de inmediato la prohibición.
El cierre del mercado ruso al ganado europeo fue anunciado hace días por las autoridades del país pero entran en vigor este martes, como medida de protección ante el virus Schmallenberg, que se ha detectado en granjas de siete Estados miembros y que puede provocar malformaciones congénitas en los animales.
El Ejecutivo comunitario ha subrayado que el comercio de animales vivos desde la Unión Europea "en ningún caso ha puesto en riesgo la salud de los ciudadanos de la Federación rusa y, por tanto, las restricciones no se apoyan en hechos científicos, ni en la necesidad ni en la proporcionalidad".
En su declaración conjunta, Dalli y De Gucht han dejado claro que el veto "no está en línea" con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ni con los compromisos asumidos por Rusia en materia fitosanitaria y de salud en las negociaciones de acceso al organismo internacional.
Por ello, creen que Moscú está enviando una señal "muy negativa" a sus socios comerciales internacionales sobre su seriedad y le recuerda que su entrada en la OMC está prevista a más tardar en agosto de 2012, una vez sea ratificada por el parlamento ruso, después de que en diciembre recibiera el visto bueno del organismo comercial.
Los comisarios han remitido a las autoridades rusas un escrito con las principales preocupaciones de la Unión Europea en este caso y emplaza a Moscú a retirar la medida desproporcionada.
La Comisión, además, subraya que la prohibición que Rusia ha justificado por temor al contagio del virus Schmallenberg y al de la lengua azul afecta sobre todo a las importaciones de cerdo, animal que no se ve afectado por estos brotes.
La Unión Europea envió ganado al mercado ruso por valor de 188 millones de euros en 2011, de los que unos 75 millones se verán afectados por la prohibición que entra en vigor este martes.
