BRUSELAS, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) abrió hoy la puerta a que se pueda obligar a una compañía petrolera a pagar la limpieza de vertidos como los provocados por el naufragio del Prestige frente a las costas gallegas en 2002 si se comprueba que no prestó suficiente atención a la seguridad.
En concreto, el TUE cree que se puede considerar que una petrolera es responsable de los residuos provocados por un accidente como el del Prestige o el del Erika, si se verifica que "contribuyó al riesgo de que se produjera la contaminación ocasionada por ese naufragio, en particular si no adoptó las medidas adecuadas para evitar tales hechos, como las relativas a la elección del buque".
La sentencia se refiere al caso del petrolero Erika, que se hundió frente a las costas bretonas el 12 de diciembre de 1999 vertiendo al mar una parte de su carga y de su combustible, lo cual dio lugar a la contaminación del litoral atlántico francés. Uno de los municipios afectados, Mesquer, demandó como responsable ante la justicia francesa al grupo Total con la pretensión de que se le condenara a reemborsarle los gastos de operaciones de limpieza y de descontaminación del litoral. Para pronunciarse sobre el caso, el tribunal francés responsable presentó una cuestión prejudicial ante el TUE.
En su sentencia de este martes, el Tribunal de Justicia señala que la legislación comunitaria permite que los costes de limpieza recaigan en las petroleras en tanto que productoras de los residuos esparcidos. No obstante, puntualiza que "en virtud del principio 'quien contamina paga', sólo podrá obligarse a tal productor a cargar con dichos costes si, por su actividad, hubiera contribuido a que se produjera la contaminación ocasionada por el naufragio del buque".
En el caso del Erika, el TUE señala que es la justicia francesa la que debe determinar si se cumple esta condición.
