BRUSELAS, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea aceptó hoy la propuesta de la Comisión Europea para prohibir la comercialización y destruir todas las reservas existentes del requesón fabricado por la empresa británica Bowland Diary Products, debido a la ausencia de medidas higiénicas y cumplimiento de la ley comunitaria sobre sanidad que concurrieron en su fabricación y por lo que Bruselas incluso advirtió a Londres sobre la posibilidad de abrir un expediente.
El Comité Permanente de la Cadena Alimenticia y Salud Animal respaldó la propuesta de la Comisión, que se formalizará en los próximos días, para decretar que "todos los Estados miembros prohibirán el requesón producido en Bowland Dairy Products en sus mercados y localizarán y destruirán cualquier requesón de esta compañía que esté en circulación".
Según explicó la Comisión en un comunicado, la decisión se tomó después de varias inspecciones a la planta de producción que desde junio llevó a cabo su Oficina Alimentaria y Veterinaria, que en todos los casos concluyeron "serios problemas de seguridad alimentaria y de higiene".
La investigación demostró que "el establecimiento no cumplía con toda una serie de medidas de seguridad alimentaria de la UE" y que se "habían anulado la regla de la UE en virtud de la cual los alimentos no seguros o no adecuados para el consumo humano no deben ser comercializado".
La Comisión agregó que "hubo evidencia de la que leche con la que se elaboraba el queso contenía residuos antibióticos con sustancias tales como detergentes y tintes y que también se halló leche caducada".
Esta evaluación dio lugar a que la Comisión "alertara repetidamente" a las autoridades británicas sobre las condiciones de producción en Bowland Diary Products y que demandara solucionar rápidamente los problemas y evitar que estos productos llegaran al consumidor.
Esta situación fue discutida en el Comité Permanente en varias ocasiones entre julio y septiembre, mes en el que una nueva evaluación evidenció que la situación en la empresa no había mejorado y que las autoridades del Reino Unido "no tomaron ninguna acción efectiva para asegurar que los productos cumplieran las leyes de higiene y de seguridad alimentaria de la UE".
Por este motivo, además de la prohibición de este productos en todos los países de la UE, la Comisión Europea advirtió que podría iniciar un procedimiento de infracción contra el Reino Unido por su "falta de acción" con respecto a este tema.
