ROMA, 4 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
La Santa Sede anunció hoy que los dos obispos chinos ordenados sin la autorización del Papa han sido excomulgados inmediatamente en virtud del Derecho Canónico, según señala un comunicado del portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls.
La noticia llegó a través de un comunicado en el que la Santa Sede expresaba hoy su protesta ante las noticias de la ordenación episcopal de los sacerdotes Giuseppe Ma Yinglin el pasado 30 de abril en Kunming (en la provincia de Yunnan) y de Giuseppe Liu Xinhong, ayer en Wuhu (provincia de Anhui).
En el comunicado no se dice claramente que los dos obispos han sido ya excomulgados pero se apunta que la ordenación realizada en China, "se trata de una grave herida a la unidad de la Iglesia, para la cual, como es sabido, están previstas severas penas canónicas (canon 1.382 del Código de Derecho Canónico)".
Según este canon, "el obispo que sin mandato pontificio consagra a otro obispo, y quien recibe la consagración, incurren en la excomulgación 'late sententiae' reservada a la Sede Apostólica". El 'late sententiae' quiere decir que se realiza automáticamente, es decir sin la necesidad de un pronunciamiento y que puede ser sólo retirada por el Papa.
Ahora será el Pontífice quien tendrá que considerar si las ordenaciones fueron realizadas bajo presión o amenaza para retirar la excomunión. La nota del Vaticano ya apunta a esta hipótesis al considerar que "obispos y sacerdotes han sido sometidos --por parte de organismos ajenos a la Iglesia-- a fuertes presiones y amenazas, a fin de que tomaran parte en ordenaciones episcopales que, estando privadas del mandato pontificio, son ilegítimas y, además, contrarias a la conciencia de ellos". "Varios prelados han opuesto un rechazo a tales presiones, mientras que algunos no han podido hacer otra cosa que soportarlas con gran sufrimiento interior", añade la nota.
Además se prevé que los obispos puedan pedir perdón a la Santa Sede y que el Papa les conceda volver a la Iglesia. Esta praxis ya fue realizada en el pasado para la regularización del 80 por ciento de los obispos chinos pertenecientes a la Asociación Patriótica, organismo gubernamental chino que controla la Iglesia católica.
El Vaticano protestó hoy con dureza y mostró la profunda contrariedad del Papa Benedicto XVI respecto a la ordenación de dos obispos en China sin su autorización, lo que considera una grave violación de la libertad religiosa.
En China, el Gobierno permite la práctica del catolicismo sólo a través de la "Asociación Patriótica", un organismo controlado por Beijing y separado de la Santa Sede y que dispone el nombramiento de los obispos. China suspendió sus relaciones con el Vaticano en 1951, poco después de que el Partido Comunista Chino tomó el poder en Beijing.
El culto sólo está autorizado en iglesias controladas por el Gobierno, si bien millones de católicos chinos pertenecen a la denominada "iglesia clandestina" leal a Roma. Últimamente parecía haberse producido un acercamiento entre ambos Estados pero este nuevo nombramiento de obispos sin consultar al Vaticano ha vuelto a alejar a las partes.
