MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las milicias de los Vengadores del Delta del Níger han puesto punto y final al alto el fuego declarado contra las instalaciones de petroleras del sur del país tras criticar duramente la actitud de los notables locales que han intentado gestionar un cese más largo de las hostilidades y a los que acusa de "tragarse las mentiras" del Gobierno nigeriano.
Además, el grupo amenaza directamente a una superinstalación petrolera y advierte de que su nueva campaña será "bárbara, brutal y sangrienta", después de que sus esfuerzos previos consiguieran reducir los niveles de producción de petróleo en la rica región del Delta hasta mínimos históricos y de provocar el cese constante de operaciones de compañías extranjeras a las que acusa de explotación.
"Os dijimos que al Gobierno solo le interesa el petróleo, no vuestro bienestar, y nos dijísteis que esta vez iba a ser diferente. Y, en lugar de permitir que continuáramos con nuestro objetivo, el 0 por ciento de producción de crudo, nos amenazásteis con apostar por 'Tompolo'", ha hecho saber el grupo en referencia al amnistiado comandante miliciano Government Ekpemupolo, quien había emergido como posible negociador, y a quien calificaron de "idiota sacacuartos al servicio del Gobierno".
"Así, queremos dar por terminado el cese temporal de nuestra operación 'Economía Roja'", ha avisado el grupo, que advierte de que ya tiene un nuevo objetivo, la superinstalación petrolera flotante 'Egina' operada por Total Nigeria. El grupo avisa de que ya está "controlando sus movimientos y, Dios mediante, acabará incapacitada por la ira de los Vengadores del Delta del Níger".
El grupo da también un aviso a las petroleras. "Nuestra próxima campaña será bárbara, brutal y sangrienta, destruiremos todo lo que nos encontremos en nuestro camino para apagar los fuegos que queman el gas de nuestras comunidades y cada oleoducto que saque el crudo de nuestra región", ha hecho saber la organización antes de terminar con una cita del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy: "Quienes hacen imposible una revolución pacífica volverán inevitable una revolución violenta".
