LOGROÑO, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director general de Infraestructuras, Vicente Urquía, ha visitado las obras, ya concluidas, de estabilización del talud en la carretera LR-131 en Pozo Cubillas, en Logroño.
El Gobierno de La Rioja ha aportado 74.927,45 euros para financiar estos trabajos con los que se ha dado respuesta a un problema de desprendimiento causado por las intensas lluvias del pasado mes de octubre y con los que se ha mejorado la seguridad vial en esta zona de la capital riojana.
Las fuertes tormentas provocaron la movilización de gran cantidad de tierra y rocas, procedentes del talud, en el punto kilométrico 1+140 de la carretera LR-113. Aunque la zona estaba protegida con una barrera estática y facilitó frenar el material desprendido, prácticamente en su totalidad, sufrió grandes daños.
Ante esta situación, para evitar que la barrera estática cediese y se produjera un desprendimiento incontrolado, ha sido necesaria la coordinación de los trabajos de limpieza del material movilizado, mediante una retroexcavadora y la retirada de la barrera estática dañada.
"El proyecto se enmarca dentro de las inversiones que la Consejería de Sostenibilidad, Transición Ecológica y Portavocía del Gobierno desarrolla en las carreteras riojanas con las personas y la seguridad vial siempre en el centro de todas las actuaciones. Asimismo, esta actuación demuestra el compromiso del Gobierno de La Rioja con todos los municipios y el apoyo en la realización de obras relevantes para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos", ha destacado Urquía.
Una vez concluidas las obras, los dos carriles de la carretera LR-131 permanecen abiertos al tráfico.
ESTABILIZACIÓN Y SANEO DEL TALUD
Para garantizar la seguridad en la LR-131, una vez retirado el material movilizado y la barrera dañada, se ha colocado una geomalla de refuerzo para controlar y actuar como protección superficial contra la erosión asegurando la estabilidad del talud y permitiendo la revegetación del talud, cuando sea posible.
Al mismo tiempo, esta geomalla se ha reforzado con aspas cable ancladas para adosar la geomalla al talud y evitar la movilización de materiales. Asimismo, en la parte donde afloran estratos rocosos y pueden individualizarse bloques de mayor tamaño se ha reforzado con red de cable romboidal.
Una vez reforzado el talud con la geomalla, el cableado y la red de cable, se ha repuesto la barrera estática sobre el muro de hormigón y se han reperforado los drenajes horizonales del muro hormigonado para permitir la evacuación del agua procedente del talud.
Además de estos trabajos, recientemente se ha ejecutado un saneo de la zona mediante un sistema innovador a través del uso de cojines neumáticos para movilizar el material inestable de la parte alta del talud, en el entorno del punto kilométrico 1+090. Para ellos, se han utilizado varios cojines inflables simultáneamente para separar los bloques.
Su escaso grosor en vacío ha facilitado su colocación en grietas pequeñas y han sido inflados con un compresor que al hinchar los cojines han hecho que la roca se separe de manera uniforme, sin la utilización de material explosivo, de un modo más ecológico y sostenible.
