Salud alerta de una relajación y un "crecimiento lento pero constante de la incidencia"
LOGROÑO, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno ha decidido mantener, en el conjunto de La Rioja, el nivel tres dentro de 'semáforo' que marca las medidas contra la COVID. Por localidades, Cervera, y Valverde, seguirán en el seis y Pradejón en el cinco. Autol, por su parte, bajará a nivel 4 (en el que se mantienen Arnedo, Calahorra y Nájera).
La consejera de Salud y portavoz del Gobierno, Sara Alba, ha informado sobre los asuntos aprobados en un consejo centrado en la evolución de la pandemia.
"Las cifras que tenemos sobre la mesa", ha dicho, "están empezando a reflejar el relajamiento de los pasados días festivos", aunque será durante esta semana y la próxima cuando veremos el impacto.
Esto hace que, en cualquier momento, el Consejo de Gobierno pueda reunirse a evaluar un cambio en las medidas. Por ahora, se está viendo que la "tendencia ascendiente se ha ralentizado pero continúa de manera constante" y "se está trasladando ya a los hospitales".
Alba ha explicado, además, que en los últimos siete días ha aumentado especialmente la incidencia de la enfermedad entre la población de sesenta o más años.
Ha destacado el "impacto que esto podría llegar a suponer en el incremento de la presión asistencial de cara a las próximas semanas", resaltando que "una de las diferencias de esta cuarta ola es que la proporción de pacientes que requieren ser ingresados en la UCI es mayor que en olas anteriores".
A su lado, el director general de Salud Pública, Pello Latasa, ha destacado la "elevada incidencia". "Estamos ante un crecimiento lento pero constante", ha dicho al tiempo que ha indicado que es "pronto para saber si estamos en el pico de la cuarta ola".
Ha recordado que se ha paralizado el suministro de la vacuna Janssen para estudiar su relación con la aparición de trombos en pacientes; pero ha indicado que La Rioja ha recibido sus dosis de Pfizer y AstraZeneca y "eso permite continuar" con la vacunación.
"Debe quedar claro", ha indicado, "que estas pausas son para hacer estudios más exhaustivos" con el objetivo de "detectar efectos adversos". Además, ha resaltado que significan que "los sistemas de farmacovigilancia funcionan".
En AstraZeneca, ha explicado, se ha visto que aparecen después de dos semanas, por lo que las personas que se vacunaron hace más tiempo "pueden estar tranquilas".
Ha subrayado que "el balance riesgo beneficio es favorable" porque la posibilidad de "padecer un riesgo de trombos es más elevada con la enfermedad". "No estamos hablando de si vacunarse o no; estamos hablando de vacunarse o padecer la enfermedad", ha añadido.
