PARLA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Parla ha anunciado el inicio de un servicio de control de calidad del agua que se extiende tanto a la que se utiliza en comedores de bares, restaurantes, escuelas infantiles y colegios, como al agua de uso recreativo y, en especial, de las piscinas. El objetivo de la iniciativa es conocer si el agua que se utiliza en la ciudad cumple con las normativas al respecto.
Según ha informado el Consistorio parleño a través de un comunicado, la toma de muestras se está realizando por parte de técnicos municipales, a pesar de que la competencia en la materia corresponde a la Comunidad de Madrid.
En este sentido, el concejal de Salud, Juan Carlos Lara, ha apuntado que el objetivo es "conocer la situación sanitaria del agua que se consume en la ciudad ya que la Comunidad de Madrid no aporta ninguna información al respecto".
Lara ha explicado que la campaña se prolongará hasta finales de año y ha comenzado con el control de la calidad del agua de las piscinas, tanto públicas como de comunidades de vecinos. A este respecto, ha detallado que se las muestras de las piscinas municipales al aire libre se toman "una vez al mes, durante su periodo de apertura pública", mientras que las de comunidades de vecinos "se controlarán una vez durante la época de baño y será determinadas de forma aleatoria".
Del mismo modo, ha afirmado que en la campaña se está controlando también la calidad del agua de la red a través de la toma de muestras del agua que sale de los grifos de edificios municipales, escuelas infantiles, guarderías y colegios, a las que se añadirán las que se obtengan en los "controles puntales en casas de los vecinos" que se pretenden llevar a cabo.
Por último, el edil parleño ha subrayado que las inspecciones permitirán "tener un conocimiento detallado de la cantidad de agua de la ciudad y, si se detectase algún problema en una de las redes, ponerlo inmediatamente en conocimiento de la autoridad sanitaria". Por tales razones ha defendido que el ayuntamiento se haya decidido a realizar unos análisis que, según ha asegurado, la Comunidad de Madrid "debería haber preparado y notificado a la Concejalía de Sanidad hace tiempo".
