MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Cámara de Comercio de Madrid ha llevado a 19 empresas madrileñas, con una amplia representación del sector de ingeniería, a Almat (Kazajstán) en busca de acuerdos inversión, fundamentalmente, en las industrias de petroquímica, telecomunicaciones, medio ambiente e infraestructuras.
Según ha informado la entidad cameral en un comunicado, la iniciativa es fruto de la cooperación de la Cámara de Comercio de Madrid con el Consejo Superior de Cámaras de Comercio.
La Cámara ha indicado que el Gobierno kazajstaní quiere mejorar y convertir al país en la vía alternativa para el transporte de mercancía por carretera entre China y Europa. Las inversiones previstas del Ministerio de Transportes para los próximos cuatro años son de 17.000 millones de dólares (unos 13.000 millones de euros) en 59 proyectos.
El informe Doing Business del Banco Mundial sobre las economías con mejor clima para la inversión sitúa la economía de esta República en el puesto 47, solo tres puestos por debajo de España.
El proceso de independencia de la antigua Unión Soviética ha sido muy determinante para el crecimiento del país, dado que la inversión extranjera directa en el país se elevó desde entonces hasta 120.000 millones de dólares (unos 93.000 millones de euros).
Entre las inversiones españolas en Kazajstán, se encuentran las españolas de Repsol y Talgo, pero también están presentes con inversión directa en este mercado Gallina Blanca y Tous.
La entidad cameral ha explicado que al impulso de la presencia española en este país "contribuye mucho la unión aduanera que mantiene con Rusia y Bielorrusia, lo que le sitúa como un excelente centro de negocios en la región de Asia Central". "Pero también el hecho de que, en julio de 2009, se firmara el convenio para evitar la doble imposición entre Kazajstán y España", ha añadido.
Con un crecimiento de su economía próximo al 7 por ciento en 2011, Kazajstán presenta múltiples oportunidades de negocio en los sectores de industria extractiva, manipulación de fluidos, equipos eléctricos para generación y transmisión, telecomunicaciones, agroindustria y bienes de consumo destacando su escasa capacidad productiva y un importante déficit en infraestructuras.
