MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El decreto que establece el marco regulador de la convivencia en los centros docentes de la Comunidad de Madrid prohibirá "expresamente" el teléfono móvil en las aulas y en los recreos, pero los centros decidirán cómo aplicarlo.
Así, según han precisado a Europa Press fuentes de la Consejería de Educación y Juventud, liderada por Enrique Ossorio, los centros podrán decidir que los alumnos dejen sus teléfonos móviles "en casillas al entrar" o que directamente no puedan llevarlos, como ha sugerido este miércoles en una entrevista la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, o cualquier otra forma de garantizar el cumplimiento de la medida.
La modificación del decreto para que contemple esta prohibición pasará por el Consejo Escolar antes de llegar al Consejo de Gobierno "en las próximas semanas", y el nuevo decreto entrarán en vigor en el curso 2020/21.
Actualmente, el decreto no regula el uso del móvil en los centros escolares, pero normalmente los propios centros lo prohíben en las aulas.
La Comunidad de Madrid trabaja desde el inicio de esta Legislatura en la limitación del uso de teléfonos móviles en centros educativos, excepto en aquellos casos que el uso esté expresamente previsto en el proyecto educativo y con fines didácticos y para alumnos que los necesiten por razones de salud o discapacidad.
La Comunidad de Madrid ha decidido extender la prohibición a los recreos en respuesta a la preocupación del uso de las nuevas tecnologías por parte de la población adolescente y juvenil, que cada día es más amplía, en particular entre los padres.
"Se trata de un claro compromiso con el uso responsable de las nuevas tecnologías encaminado a la mejora de los resultados académicos de los alumnos, especialmente de los que tienen mayores dificultades para el estudio y lucha contra el ciberacoso y el bullying en los centros escolares", han apuntado desde la Consejería.
Asimismo, han aclarado que, "dentro de su autonomía y capacidad de gestión", los centros serán los encargados de aplicar esta medida.
En concreto, han citado el estudio 'Seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles', realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación -INTECO- y la empresa de telecomunicaciones Orange, según el cual el 88,6 por ciento de los encuestados admitía realizar fotografías con su teléfono, y un 48,2 por ciento las enviaba a sus contactos.
Además, el estudio indica que el 11,5 por ciento ha accedido a imágenes de peleas con personas del entorno. Este fenómeno de grabar agresiones entre menores y colgarlas luego en Internet recibe el nombre de Happy Slapping.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la mitad de los niños de 11 años tiene teléfono móvil, el 75 por ciento de los de 12 años y, a partir de los 15 años, el 94 por ciento.
