MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
El socialista Eduardo Madina, con escaño en el Congreso de los Diputados desde el año 2004, se ha quedado finalmente fuera de la Cámara baja después de que el PSOE, con el 98,53 por ciento del voto escrutado, haya obtenido en Madrid seis escaños, cuatro menos que en las pasadas elecciones de 2011.
Madina, que se presentó a las primarias en julio de 2014 para liderar el PSOE y las perdió ante Pedro Sánchez, con algo más del 36 por ciento de los votos, negoció ir en el número cinco de la lista por Madrid, pero finalmente aceptó ir en la posición siete.
En el número 6 de la candidatura del PSOE por Madrid, Ferraz incluyó a uno de sus fichajes más populares, el de la exmilitar Zaida Cantera, conocida tras denunciar por acoso sexual al coronel Isidro José de Lezcano-Mújica, condenado a dos años y diez meses de cárcel.
La inclusión de Madina en las listas partió de una conversación que tuvo antes del verano con Sánchez, en la que éste le preguntó por sus intenciones para la próxima legislatura. Previamente, el secretario general le había ofrecido integrarse en su Ejecutiva y formar parte del grupo de expertos para la elaboración del programa electoral.
En un principio el diputado vasco se planteó no repetir en las listas, pero a principios de septiembre trasladó a la dirección socialista su voluntad de "ayudar" al partido a sacar el mejor resultado posible en las próximas elecciones generales.
PEDRO SÁNCHEZ QUERÍA QUE FUERA POR EL PAÍS VASCO
Sánchez confesó que su voluntad habría sido que Madina fuera en las listas por el País Vasco, porque es "su tierra" y porque así lo querían sus compañeros del PSE. Sin embargo, garantizó que le haría un "hueco" en Madrid si su antiguo rival rechazaba ir en una candidatura vasca.
Y así ocurrió, porque Madina consideraba que ya que no podía encabezar la lista por Vizcaya, su circunscripción de origen, al ser sustituido como número uno por el exlehendakari Patxi López, que forma parte del núcleo más próximo de Sánchez, no tenía sentido hacerlo por otra provincia y lo "lógico" era ir por Madrid.
Su encaje en Madrid era complicado, porque incluirlo en la candidatura madrileña implicaba desplazar a alguno de los colaboradores más próximos del secretario general, como finalmente ocurrió.
