Vallecas celebra su tradicional Batalla Naval con agua de vecinos y comprada a una empresa privada y sin incidentes

MADRID 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Cofradía Marinera de Vallecas celebró hoy su tradicional Batalla Naval con agua comprada a una empresa privada y la que aportaron los propios vecinos que se quisieron sumar a la fiesta, que cumple ya su vigesimoquinta edición. La jornada transcurrió sin incidentes, según informó un portavoz de Emergencias Madrid a Europa Press cerca de las siete de la tarde.

Los organizadores quisieron mantener el carácter reivindicativo del evento dedicándolo esta vez al pueblo saharaui cuando se cumplen 30 años de su exilio y tras las inundaciones que padecieron meses atrás en los campamentos de refugiados de Tinduf.

La Batalla Naval es el evento por excelencia de las Fiestas de la Karmela, la versión vallecana de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y cuya festividad está en la base de esta fiesta popular y "autogestionada" por los vecinos del distrito madrileño.

Tras la celebración de una paella multitudinaria en la plaza de Puerto Rubio, la Cofradía Marinera de Vallecas dio lectura a un pregón en el bulevar de la calle Peña Gorbea y abrió un pasacalles con destino a la llamada 'zona húmeda', localizada en la calle del Payaso Fofó y que fue campo de la Batalla Naval. Una 'batucada' y un concierto completaron la jornada, a la que también se sumó, por cuarto año consecutivo, un grupo de vecinos del municipio pontevedrés de Vilagarcía de Arousa con música típica de su lugar de origen.

'DIFERENCIAS' CON LA JUNTA MUNICIPAL

La fiesta estuvo precedida este año de polémica, ya que la Junta Municipal del distrito prohibió en un primer momento la celebración al considerarla un despilfarro de agua teniendo en cuenta la sequía que sufre la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, la organización insistió en llevar adelante su tradición argumentando que las restricciones en el uso de agua son sólo parciales y que se comprometían a utilizar sólo el agua de los camiones cisterna contratados con una empresa privada y la que aportaran los vecinos, pero en ningún caso recurrir a las bocas de riego públicas.