MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La fuerte aceleración y el freno de recarga de batería que se activa al levantar el pie del acelerador son los dos elementos diferenciales en la conducción de un coche eléctrico con respecto a uno convencional, según indican en una nota de prensa Northgate Renting Flexible y RACC.
Estas dos sociedades realizan estas consideraciones después de haber organizado una jornada de conducción segura y eficiente de vehículos eléctricos.
La nota explica que una de las principales peculiaridades de los vehículos eléctricos es que sueltan toda su potencia desde cero revoluciones, al contrario que los motores de combustión.
Esta peculiaridad les dota de una aceleración muy superior a cualquier otro vehículo. Por ello, se recomienda realizar la aceleración con la mayor suavidad posible.
Por otro lado, todos los coches eléctricos actuales van dotados de sistemas de recuperación de energía, que recargan las baterías invirtiendo el funcionamiento de los motores eléctricos, convirtiéndolos en frenos.
De esta forma, cada vez que se suelta el acelerador, el sistema de regeneración de energía entra en funcionamiento y ejerce una fuerza de deceleración similar a la que se experimenta en un coche convencional cuando se pisa el freno.
Durante la jornada, que contó con una sesión teórica y otra práctica, además de poner a prueba los diferentes modelos de vehículos eléctricos, los participantes pudieron conocer el funcionamiento del vehículo eléctrico, el manejo adecuado del mismo, así como sus características principales para mantener siempre la seguridad en este tipo de vehículos.
