MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El peso de los vehículos diésel en el conjunto de las matriculaciones del sector del renting en España ha experimentado un fuerte retroceso de 34,5 puntos porcentuales en los últimos cinco años, pasando del 87,89% en 2015 al 53,3% en 2019, según datos de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER).
Fuentes del sector explicaron a Europa Press que este desplome de la penetración del diésel en las ventas de coches a través de renting se justifica por la "demonización" de este tipo de combustible, así como por las restricciones de acceso en algunas ciudades y por la incertidumbre generada por algunas declaraciones políticas.
La caída del peso del renting entre 2015 y 2019 ha coincidido con un incremento de la relevancia de los modelos de gasolina, que han pasado de representar un 11,19% de las matriculaciones en este canal en 2015 a suponer el 34,72% en 2019.
A pesar de este aumento de los modelos de gasolina y de la caída del diésel, el renting sigue registrando un reparto diferente en comparación con el conjunto del mercado, donde el diésel copa el 37,38% de las ventas (57,3% en el renting) y la gasolina el 51,86% (34,72% en el renting).
LOS ELECTRIFICADOS MEJORAN SU CUOTA
En los últimos cinco años, los modelos con motorizaciones híbridas y eléctricas experimentaron un significativo incremento en su peso sobre el conjunto de las matriculaciones de renting, aunque siguen manteniéndose en cuotas bajas.
De esta forma, los vehículos híbridos representaron el 0,78% de las matriculaciones en 2015 y subieron casi siete puntos, hasta el 7,62% en 2019, mientras que los eléctricos se dispararon de un 0,14% en 2015 a un 2,22% el año pasado.
Por otro lado, los datos facilitados por la AER ponen de manifiesto que la penetración del renting sobre el conjunto de las matriculaciones en el mercado español también se ha incrementado en este período, pasando del 14,22% en 2015 al 20,23% el ejercicio que acaba de terminar.
Además, también se experimentó una evolución en el número de clientes hasta 191.696 el año pasado (55.586 en 2015), lo que supone disparar un 244% los registros, mientras que el número de vehículos por cliente bajó de 8,05 unidades en 2015 a 3,71 unidades en 2019.
